Qué paradoja. Hoy, 15 de agosto, un día de lo más festivo en cualquier rincón de España, los comercios han tenido la oportunidad de abrir sus puertas y disfrutar de una calurosa jornada de ventas. Pero no ha sido así. Y no lo ha sido porque muchas han decidido revelarse contra el Gobierno de Aragón y no abrir, salvo las más fuertes claro, entre las que, por cierto, no estaban las de Inditex. Quizá ha tenido algo que ver que la DGA eligiese un día de apertura comercial en una fecha en la que el cartel de «vacaciones» cuelga por todas partes. O que la capital aragonesa se encuentra en fase 2 restrictiva y los ciudadanos están cumpliendo con ese mensaje tan repetido desde las autoridades sanitarias y el propio Ejecutivo autonómico de «quédate en casa».

Lo normal es que este fin de semana la gente rebose alegría celebrando las fiestas de sus pueblos, pero este verano las plazas no se han podido llenar de banderines, charangas, barras de bar y gente por el dichoso coronavirus así que el Departamento de Industria, con Arturo Aliaga a la cabeza, decidió reconvertirlo en jornada comercial. En realidad, hoy se pretendía compensar al festivo del 3 de mayo que no fue efectivo porque el país entero estaba confinado.

Pero el trueque, o el día elegido, no ha sido para nada eficaz porque además de que la inmensa mayoría de las tiendas de barrio están cerradas, muchas de las grandes han decidido permitir a sus empleados seguir disfrutando del día de la Asunción, aunque fuese en grupos de menos de diez personas. También han optado por esta decisión distintas cadenas de supermercados.

Pasear por el paseo Independencia sobre las 11.00 de la mañana ha sido un tanto extraño porque en los escaparates compartían espacio los carteles de "rebajas" y "últimos precios" con los de "cerrado". Ni una tienda del gigante Inditex está abierta, lo que ha descolocado a los pocos valientes que se lanzaron a la calle con más 30 grandes para aprovechar las últimas rebajas.

Con este panorama no era de extrañar que el movimiento se concentre en El Corte Ingles, otro de los grandes, que no ha dudado en poner todo su estoc al servicio de sus clientes. Y menos mal ha pensado Marichel Paredes que al mediodía ya había hecho sus compras. «Siempre aprovecho los sábados para hacer la compra y mirar alguna tienda porque entre semana estoy trabajando. Aunque cuando abren los domingos intento evitarlo», explicaba, bolsas en mano y sorprendida por mirar a un lado y a otro y ver escaparates apagados. «Es chocante ¡no?».

Quien también iba cargado era José Ignacio Marín. En su caso había tenido que recurrir al supermercado de esta cadena porque el de su casa estaba cerrado. «No vengo nunca aquí pero hoy no me ha quedado otra», comentaba. Por su empleo, sanitario, dice que tienen que trabajar en festivos, domingos y cualquier día de la semana así que, por un lado, ve con buenos ojos que se abra en festivos aunque admite que para los trabajadores y el pequeño comercio «es una faena».

Los dos centros comerciales de referencia de la capital aragonesa tampoco están teniendo un día muy provechoso. Por la mañana en Grancasa las tiendas abiertas estaban prácticamente vacías, algo que viene sucediendo desde la pandemia, y Puerto Venecia tampoco tampoco ha podido lucir ese trajín de personas yendo de un lado a otro. En esta ocasión, la culpa no la tuvo el aforo, reducido al 50%, sino la falta de clientes que siguen la recomendación de salir de casa solo para lo imprescindible.

Así que grandes cadenas y pequeños comercios tendrán que esperar a que las próximas jornadas de apertura en festivo sea mucho mejores. La orden emitida por el Departamento de Industria de la DGA que fija los festivos de apertura para el 2021 en las tres provincias recoge la ampliación de 10 a 13 festivos en 2020, fijados para el 4 de octubre y el 13 de diciembre.