Ni un niño sin material escolar. Esa es la propuesta que se hizo en verano la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y que, poco a poco, está consiguiendo que se haga realidad. La idea era sencilla, que no poco costosa: crear toda una red de comercios colaboradores en la ciudad de Zaragoza que se encargaran de recoger material escolar donado que después iría a los colegios que lo demandaran. Entonces, los responsables de la FABZ recorrieron la ciudad, casi calle por calle, como relataron entonces, buscando papelerías que quisieran ayudar. Se preguntó a un total de 150 de estos establecimientos, de los cuales 130 están colaborando con la campaña.

Y los frutos han estado llegando a lo largo de todo el verano, aunque ayer, sin duda, fue un día especial para esta colecta solidaria, que se ha hecho en colaboración con la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (FAPAR) y el Ayuntamiento de Zaragoza.

Los responsables de todas las entidades participantes (Manuel Arnal por la FABZ, María José García por Fapar y el concejal de Acción Social y Familia, Ángel Loren, por el consistorio zaragozano) recibieron ayer todo el material que durante 15 días se ha recogido en los comercios del centro comercial Puerto Venecia. La gerente del complejo, Yolanda Gimeno, hizo entrega además de una donación de 3.600 euros para la causa. Un empuje importante a esta campaña que lleva meses demostrando la solidaridad de los barrios de Zaragoza.

Hasta ahora han sido decenas de cajas de material escolar recogido. En cifras más concretas destacan, por ejemplo, los 1.000 cuadernos que se han conseguido; los 1.400 lápices; los 1.800 bolígrafos; y las 925 barras de pegamento, entre otros muchos objetos. Ya son 16 colegios de toda Zaragoza los que se han beneficiado de esta campaña recibiendo material para los alumnos con más necesidades.

La papelería Plumier, en la avenida Juan Carlos I es uno de los negocios que colaboran. Su dueña, Pilar Redrado, explica que durante todo el verano han tenido una caja para que los vecinos depositen sus donaciones. «Les guiamos un poco en lo que hay que comprar, pero hay dos tipos de gente: los que compran directamente el material o los que nos dan dinero. La mayoría dona 5 o 10 euros, pero hay gente que nos ha llegado a dar 50», asegura.

En la papelería disponen de un folleto con un listado con los 17 objetos que necesitan los pequeños hoy en día, así es más fácil que la gente acierte. Los que se acercan hasta Plumier, «normalmente», dice Redrado, ya conocen la campaña y para los que no hay un cartel en la puerta de la papelería que informa de la misma.

Además, en esta ocasión, la solidaridad tiene premio. Por cada euro donado se da un boleto para el sorteo de una cesta de Navidad. «Es una forma de incentivar que la gente colabore, pero hasta ahora no ha hecho falta», ríe la comerciante.