El balance de la actividad de la Policía Local en Zaragoza durante el año 2018 arroja un balance de cinco muertos en accidente, en lo que se refiere al apartado de seguridad vial, todos ellos por atropello. Se trata de una cifra que supera la media anual, que se sitúa en 3,8 fallecidos del 2008 al 2012 y de 3 muertes del 2013 al año pasado.

«La cifra óptima sería cero», apunta Juan Manuel Maroto, intendente de Tráfico de la Policía Local , que recuerda que ese objetivo se alcanzó en el 2013, cuando ninguna persona murió arrollada en las calles de la capital aragonesa.

Maroto indica que la Policía Local concentra muchos esfuerzos en bajar la cifra de atropellos de peatones, «los usuarios más vulnerables de la vía pública, pero también, en algunos casos, los más indisciplinados».

Por ello se realizan periódicamente campañas de concienciación dirigidas a los viandantes, en colectivos como los escolares y las personas mayores, sin descuidar a la población en general, conductores incluidos, pues se trata de llegar a todos los usuarios de la vía pública.

Pero el intendente de Tráfico recuerda que en los atropellos existe muchas veces una responsabilidad compartida entre víctima y conductor.

Cuando hay semáforo peatonal, queda claro quién ha incumplido las normas de tráfico. Y cuando no lo hay, se hace preciso apelar a los viandantes y a los conductores para que sean aún más prudentes, explica Maroto. Los primeros, para que no irrumpan de improviso en la calzada. Los segundos, para que aminoren la velocidad al aproximarse a los pasos de cebra, de forma que el peatón tenga tiempo suficiente para atravesarlo.

De ahí, insiste el responsable del tráfico, la necesidad de hacer hincapié en las campañas dirigidas a todos los usuarios de la vía pública. No solo los peatones, también los ciclistas y motoristas, los automovilistas y los que se desplazan en vehículos para personas de movilidad reducida.