En el pasado año se registraron en Aragón 1.090 desahucios por el impago de los alquileres, lo que supone casi el 70% de todos los lanzamientos que se produjeron a lo largo del 2018. El resto de los desahucios fueron sobre todo ejecuciones hipotecarias, un total de 436 en el mismo periodo, a las que hay que sumar 39 casos de pérdida de la vivienda que no encajan en ninguno de los dos supuestos principales.

En realidad, pese a que ha pasado la época más dura de la crisis, los desahucios siguen afectando anualmente en torno a mil unidades familiares en la comunidad aragonesa, una cifra elevada que se mantiene en ese nivel desde el 2013, cuando se expulsó de sus viviendas por no abonar la renta a 1.020 familias, entendiendo por tales los hogares de uno o más miembros.

En el trienio 2014-2016 se produjo un descenso de los lanzamientos por debajo del millar, pero en el 2017, con 1.070 casos, se volvió a la tónica anterior. Y ahora el 2018 se ha cerrado con un incremento del 1,9% respecto del ejercicio anterior.

BAJAN EN ZARAGOZA / Los lanzamientos descendieron en Zaragoza, donde hubo 883, frente a los 892 de un año antes. Pero tanto en Huesca como en Teruel se incrementaron. En la primera provincia fueron 165, 25 más que en el 2017, mientras que en la segunda se contabilizaron 42, cuatro más que en el año anterior.

En cambio, las ejecuciones hipotecarias descendieron de forma acusada entre el 2017 y el 2018, exactamente un 20,7%, según los datos facilitados ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que resume la actividad llevada a cabo por los juzgados de primera instancia.

Así, mientras que en el 2017 fueron 659 familias las que fueron obligadas a dejar sus viviendas por no poder hacer frente a sus hipotecas en todo Aragón, el año pasado este número se redujo a 436, la cifra más baja de los últimos seis años.

En total, en el 2018 se realizaron en la comunidad 1.565 lanzamientos, entre impagos de alquiler, ejecuciones hipotecarias y las expulsiones que no encajan en ninguno de ambos apartados y que solo supusieron 39, frente a los 82 que se contabilizaron en el 2013.

En este sentido se constata que en el 2018 se aceleró la tendencia hacia la disminución de los lanzamientos que viene registrándose desde mediados de esta década. Hasta el año pasado, su número superaba cada ejercicio los 1.700, pero, por primera vez en muchos años, se ha bajado a más de 1.500.

Con todo, las cifras demuestran que una parte importante de la sociedad aragonesa está todavía sometida a una gran incertidumbre económica en la que se juntan el paro y los bajos salarios que no dan para vivir.