Los conductores que diariamente circulan por la autovía de Huesca para entrar o salir de Zaragoza se encontraron ayer con la rotonda de la MAZ liberada de maquinaria. Poco después del mediodía de ayer, un grupo formado por representantes del Ayuntamiento de Zaragoza, la Delegación de Gobierno en Aragón y las asociaciones de vecinos de Parque Goya y Arrabal participaban en un discreto acto de inauguración.

A partir de ahora, en el tramo comprendido entre la glorieta y la entrada a Zaragoza se ha limitado la velocidad a 80 kilómetros por hora y el objetivo es reducirla más adelante aún más para convertir este tramo en una vía urbana.

Las obras, valoradas en 1,2 millones de euros, han sido sufragadas por el Ministerio de Fomento. El objetivo de la intervención era acabar con los peligrosos giros a la izquierda que los conductores debían ejecutar para acceder desde la autovía a las urbanizaciones de Parque Goya y la avenida Academia General Militar. Puntos negros de las carreteras aragonesas.

Se satisface así una antigua reivindicación vecinal del distrito del Rabal y el barrio de Parque Goya por los continuos accidentes que se producían en este mundo. Ayer insistieron en la necesidad de aumentar la señalización para evitar colisiones y mentalizar a los conductores.