Casi dos años después de que se produjera el accidente mortal de la Brigada de Incendios Forestales (BRIF) de Daroca en el embalse valenciano de La Forata, en julio del 2012, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil del Ministerio de Fomento ha hecho público su informe definitivo sobre el siniestro. Según indica, el accidente se debió a una maniobra errónea, al cargar el depósito de agua mientras el helicóptero llevaba "cierta velocidad" --en lugar de realizar un descenso en estático--, con lo cual la bolsa, "como si de un ancla se tratase", ofreció resistencia y provocó "movimientos descontrolados" del aparato que, tras una concatenación de golpes, causaron el derribo.

Inaer, el operador del aparato siniestrado --un Bell 412, el mismo que el del accidente mortal de Villastar, un año antes, que también operaba--, aseguró desde el principio que el piloto, de 58 años, poseía una amplia experiencia con este aparato. El informe de Fomento avala esta formación, de casi 4.000 horas, pero señala que no tenía tanta formación --apenas 41 horas desde el 2004, cuando obtuvo la habilitación agroforestal-- en extinción de incendios. El escrito explicita que "tenía poca experiencia en este tipo de operaciones". El mismo día, otro helicóptero de la BRIF sufrió un accidente en el mismo incendio, que se saldó con dos heridos graves.

Como señala la comisión, su informe es técnico y como tal no busca responsabilidades. Sin embargo, las recomendaciones que ha efectuado este mismo año a raíz de sus conclusiones son esclarecedoras. En ellas se deja claro que los pilotos que trabajan en extinción de incendios, y por tanto habitualmente cargan depósitos en embalses o en el mar, no reciben por norma general entrenamiento para actuar en amerizajes de emergencia. Tampoco tienen obligación legal de llevar chaleco salvavidas en helicópteros, sí en aviones.

En el caso del piloto fallecido, tenía un chaleco, aunque no colocado, y apareció sin el arnés. Los investigadores deducen que un piloto de su experiencia lo llevaría, pero se lo habría desabrochado al caer al agua.

El informe también insta a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea a que "lleve a cabo una campaña enfocada a concienciar a los pilotos de helicópteros" y organizaciones "sobre la importancia de respetar el procedimiento de carga del agua", haciéndolo en descensos estáticos y sin descensos bruscos.