El verano que comienza hoy -en concreto a las 17.54 horas- será, seguramente, muy caluroso. La Agencia Estatal de Metereología (Aemet), en la predicción estacional que realiza para los meses de junio, julio y agosto, estima como la opción más probable que las temperaturas sean superiores al promedio registrado entre 1981 y el 2010. Más inciertas resultan las precipitaciones, sobre las que este organismo no consigue augurar una probabilidad destacada.

En detalle, la Aemet distingue entre tres posibilidades concretas: que el periodo estival sea más cálido, que resulte normal o que acabe siendo más frío. La primera de las opciones alcanza un 50% de probabilidades de que así sea, mientras que la segunda llega a un 30% y la tercera a un 20%.

Si en lo referente a las temperaturas la agencia ha podido distinguir estos porcentajes, sobre las precipitaciones no llega a precisar cúal de los tres escenarios que baraja sobre el verano -más húmedo, normal, o más seco- es el más probable. De hecho, las tres alternativas marcan un idéntico 33%.

Este es el avance que la Aemet presentó ayer en Zaragoza, donde también dio a conocer su estimación para el trimestre de julio, agosto y septiembre, con idénticos augurios en lo que respecta a temperatura y precipitaciones, aunque sin precisar los porcentajes. En resumen, calor que trae consigo el estío que hoy empieza y que se empezará a notar a partir de la semana que viene, cuando las temperaturas podrían llegar a los 40 grados y las mínimas propiciarían las conocidas como noches tropicales, con 27 grados. Una situación que describió el delegado territorial de la Aemet en Aragón, Rafael Requena: «A partir de la semana que viene nos metemos en el verano de verdad», recalcó.

BALANCE

Todo, en un escenario en el que, salvo los dos primeros días de junio, cuando las temperaturas se encontraron por encima de la media, el resto del mes se han situado por debajo. Además, Requena hizo balance de lo acontecido durante los meses de marzo, abril y mayo y a lo largo del año agrícola (del 1 septiembre al 31 de agosto).

La primavera en la comunidad ha mostrado un carácter normal, con un mes de marzo, cálido, un abril en la media y un mayo frío. Las mayores anomalías se registraron en Sabiñánigo, con 0,8 grados menos, y en Calanda, con siete décimas por encima respecto a las normales climatológicas del periodo de referencia.

En lo que respecta a las precipitaciones, presentan en su conjunto en este periodo un promedio de un 15% menos de lluvia (25 litros), con un carácter ligeramente seco; concretamente, marzo y mayo fueron secos y abril húmedo. La distribución de las lluvias oscila entre el 50% menos de precipitaciones en Calanda y el Embalse de Pena y el 37% más que se registró en Aínsa.

AÑO AGRÍCOLA

A falta de que concluya el año agrícola el 31 de agosto, lo completado hasta ahora desde el 1 de septiembre se encuentra dentro de la normalidad, con un 1% menos de precipitaciones que la media y un déficit promedio de 37 litros para todo el territorio. Sobre estos datos, el delegado territorial de la Aemet en Aragón remarcó la dicotomía entre el norte y el sur del territorio.

Lo ilustró con los datos de las estaciones del observatorio de Teruel y de La Almunia de Doña Godina, donde se registró un 45% más de lluvia, frente al 42% por debajo de la media de Aragüés del Puerto. Resaltó la situación de Teruel capital, que presentó dos episodios destacados de precipitaciones, uno en octubre, cuando se recogieron 139 litros, y otro abril, con otros 84 litros, 53,8 de ellos en 24 horas.