Aguantar, ceder, no faltarse al respecto y quererse mucho es el principal consejo que dan los matrimonios que han logrado permanecer juntos durante cincuenta años a las nuevas generaciones.

Al menos es la que le ha funcionado a Mari Cruz Gotor y José María Batllor, una de las parejas que hoy han participado en el homenaje que el Ayuntamiento de Zaragoza rinde a los 188 matrimonios que celebran este año sus Bodas de Oro.

Se trata de "la cosecha del 63" como ha dicho a los medios el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, antes de dar la bienvenida y saludar una por una a cada una de las parejas.

Para Belloch este acto, que este año cumple su novena edición, es uno de los "más emocionantes de todo el año" y ha reconocido sentir "mucha envidia ver a gente que sigue enamorada cincuenta años después de la misma persona".

"Un ejemplo magnífico", según el alcalde zaragozano, para quien estar aquí con ellos es "un auténtico honor".

Pero seguir juntos cincuenta años no ha sido fácil, un periodo largo en el que "ha habido de todo" como han coincidido en resaltar las parejas formadas por Purificación Conesa y Jesús Artal y Gonzalo Bielsa y Elvira Mínguez.

Ambas se conocieron bailando, la primera en el barrio rural de Montañana, donde vivía Jesús, y a los que un flechazo" les llevó al altar, y la segunda en el de Santa Isabel cuando contaban con 27 y 28 años y quienes confiesan que el secreto de esta larga convivencia ha sido llevarse bien y "aguantar".

Mari Cruz Gotor era apenas una adolescente de 17 años cuando conoció a José María Batllor, 7 años mayor y primo hermano de una amiga, que "un día llegó y fue pagándome el cine..." y con quien tres años después se casó y hasta hoy.

Mari Cruz no ha dudado en afirmar que "volvería a hacerlo" porque durante este tiempo han sido "muy felices", se han querido "mucho" y ahora "mucho más".