Aragón recaudó 14,2 millones de euros en el 2018 por el impuesto de matriculación, lo que supone un 46,4% más que el año anterior (9,7 millones) y más del doble que en el 2014 (6,8 millones), según los datos publicados por el Instituto Aragonés de Estadística (Iaest) y la Agencia Tributaria.

Este incremento de los ingresos para las arcas de la Administración autonómica se produce en un ciclo expansivo de la economía, ya que se han matriculado casi 8.000 coches más que hace cinco años, pero responde básicamente a dos factores: el incremento de las ventas de todocaminos -también denominados SUV- y el auge de los motores de gasolina que, en comparación con el diesel, afrontan un tramo superior del impuesto.

Los datos de la Agencia Tributaria reflejan que en el conjunto de España, la recaudación por este impuesto, que está transferido a las comunidades autónomas, alcanzó los 513 millones de euros al cierre del 2018, es decir, un 31,5% más que lo recaudado un año antes (390,2 millones). Pese a ello, se trata de un porcentaje casi 15 puntos inferior al aumento contabilizado en Aragón. Solo en el mes de diciembre, las comunidades autónomas percibieron casi 50 millones por el impuesto de matriculación de vehículos, lo que supone un 40,4% más en relación al 2017.

MÁS CARO / En el caso concreto de la comunidad, la cuota media a ingresar por cada uno de los 28.227 vehículos comercializados en Aragón alcanzó los 505 euros de media durante el 2018 frente a los 378 del 2017. Es decir, la factura para quienes tienen un vehículo se ha disparado un 30% respecto al año anterior.

La nueva regulación de emisiones ha provocado que, a partir de septiembre, la cuota fiscal del impuesto haya crecido en muchos coches, a lo que se suma el repunte espectacular de las matriculaciones de vehículos de gasolina, que tienen una mayor base imponible y suelen ser más caros que los diésel. Si en el 2017 se vendieron 12.425 coches con este tipo de combustible (casi el 50% del total) en la comunidad, en el 2018 se alcanzaron los 16.524, es decir el 57% del total. Esto conlleva unos mayores ingresos por la vía fiscal, ya que hay un más coches vendidos que superan los 120 gramos de CO2 por kilómetro, límite por debajo del cual el comprador de un coche queda exento del gravamen.

EL EFECTO DIÉSELGATE / Pese a ello, las cifras de ventas de coches de gasolina van en incremento, principalmente tras el escándalo de las emisiones contaminantes de Volkswagen y la política iniciada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez contra el diésel.

Aunque no existen estimaciones sobre la recaudación de este impuesto en Aragón durante el 2019, todo apunta que crecerá de forma notable, ya que la nueva regulación se aplicará durante todo el año. Está previsto que en el 2021 estén vigentes por completo los efectos fiscales de los nuevos controles, lo que elevará más el coste de los vehículos.

El 32% de los coches comprados en Aragón en el 2017 costaron entre 10.000 y 15.000 euros, seguido por el tramo entre 20.000 y 25.000 euros (26%) frente al 1% de los que costaron más de 60.000 euros.