Reducir hasta en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a los datos de 1990), un 26% las difusas y aumentar hasta el 32% la contribución de las renovables al consumo energético total en el territorio son tres de los objetivos de la Estrategia Aragonesa del Cambio Climático Horizonte 2030 (EACC 2030), un ambicioso plan por la sostenibilidad que el Ejecutivo autonómico desveló ayer y que desarrollará mediante 152 acciones concretas. Lo hará dentro de un escenario estatal y europeo, con unas pautas que obedecen a los propios objetivos que España y la UE se plantean en su agenda para las siguientes décadas.

Tres objetivos -la estrategia tiene en total cinco- a los que el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Ejecutivo autonómico, Joaquín Olona se refirió ayer. En uno de ellos se detuvo especialmente, el de las emisiones difusas, aquellas que en Aragón supusieron en el 2016 el 60% de los gases de efecto invernadero producidos y que corresponden a sectores como el transporte, los servicios, el sector industrial no regulado o el agrario.

«Este es un reto muy difícil porque todos tenemos las imágenes de los sectores regulados. Pero en Europa, en estos momentos -y en esto Aragón nos hemos adelantado- el reto complicado y difícil es reducir esas emisiones difusas que afectan de manera muy importante al sector agroalimentario», explicó el consejero sobre este aspecto. No se quedó ahí Olona, sino que sobre este asunto profundizó: «Afectan a todos como ciudadanos porque son consecuencia de nuestras pautas de consumo y de nuestras pautas, en definitiva, de vida».

Más allá de este punto, el consejero consideró que la estrategia aragonesa «tiene un reto muy ambicioso, que es contribuir a los objetivos en el marco nacional y comunitario». «Estos son los deberes que las instituciones europeas han puesto a España y, en un enfoque de corresponsabilidad, de eficacia y de contribución relevante, esto es lo que nosotros nos planteamos», añadió.

La estrategia nace de la mano del trabajo realizado junto con 140 entidades y 225 personas a lo largo de la actual legislatura. En este documento, además de las 152 acciones concretas, se han marcado cinco pilares fundamentales, nueve metas y otras treinta rutas de actuación. Todo ello, bajo el seguimiento de 29 indicadores. Se trata, pues, de un texto completo que también contempla como objetivos la integración de las políticas de cambio climático en todos los niveles de gobernanza de la comunidad.

METAS Y RUTAS

En detalle, las nueve metas proyectadas tratarán de favorecer la biodiversidad, la descarbonización de las ciudades, reducir residuos y emisiones asociadas, mejorar la salud frente al cambio climático, asumir una economía circular y un modelo energético bajos en carbono, potenciar el transporte de bajas emisiones, propiciar un sector primario integrado con el territorio y que Aragón apueste por un turismo sostenible.

Además, junto a la estrategia nacen el Consejo Aragonés del Clima, un organo con funciones consultivas, en el que participarán una veintena de representantes de los agentes implicados en los posibles procesos del cambio climático, y una oficina aragonesa del mismo ámbito como instrumento técnico de asesoramiento «para hacer frente a este inmenso desafío que tiene la humanidad», explicó ayer el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. «Vamos a empezar a trabajar en eso de manera inmediata», anunció sobre ambos organismos.

Además, sobre este tema el presidente mostró su desacuerdo con las prioridades de la política actual: «A lo que nos tendríamos que estar dedicando fundamentalmente es a un menester tan absolutamente indemorable como la lucha contra el cambio climático», aseveró.

Precisamente, Olona se refirió a las críticas de los grupos de las Cortes que ha recibido la estrategia. Estas se centraron en la falta de concreción del documento y en que el plan se presenta al final de la legislatura. Al respecto, consideró que estas «no están justificadas» y que la estrategia «es el trabajo de los sectores económicos y sociales de Aragón», causa de que haya costado tanto tiempo elaborarla.

Acerca de la otra falta que sacaron a la estrategia, su falta de concreción, Olona afirmó que contiene «planteamientos muy concretos, en lo que corresponde a una estrategia».

Añadió el consejero sobre este asunto que la misma «a partir de hoy -por ayer- va a tener continuidad con la elaboración de un plan de acción que va a concretar mucho más».