El juez que instruía una denuncia del expresidente catalán Carles Puigdemont contra dos zaragozanos por amenazarle desde un tanque durante una jornada de puertas abiertas en la Academia General Militar decretó ayer el archivo de la causa.

A través de un auto, el magistrado Carlos Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, señala que «ni es amenaza, ni tampoco una injuria o un delito de odio». Destaca que las frases: Le vamos a dar una sorpresa a Puigdemont, que está muy duro últimamente (...). Setenta toneladas de puro amor y pura democracia. Coletas, el siguiente eres tú, cabrón. Arriba España que expresaron los dos jóvenes fueron en un tono «entre festivo y mordaz».

De hecho compara este caso con otro en el que «unos trabucaires de un pueblo catatán, en agosto del 2014, apuntaron hacia el piso de un concejal no independentista y dispararon pólvora, pero sin proyectiles, hacia su casa» en el que dichas amenazas fueron archivadas penalmente. Señala que hay situaciones que «llaman a la hilaridad porque se ha convertido el Parlamento catalán en una mercería».