Aragón queda confinada perimetralmente hasta el 20 de diciembre y alarga así la incertidumbre del sector turístico que, sin saber si la comunidad disfrutará o no de libre movimiento para la Navidad, no tiene previsiones de ocupación para esas fechas.

En el Valle del Aragón, las reservas del 25 al 31 de diciembre se sitúan cada año sobre el 60%, mientras que en Reyes del 2019 fueron del 80%. Sin embargo, este año las cifras podrían no repetirse y el sector siente una gran preocupación. La Asociación Turística del Valle del Aragón defiende que «lo deseable sería que hubiera un pronunciamiento más claro a partir del día 20».

Aunque son conscientes de la situación y están sensibilizados con las decisiones tomadas a nivel sanitario, consideran que el levantamiento del confinamiento a partir del día 21 facilitaría tener un repunte en la actividad económica, «entonces sí que se podrían alcanzar esas cotas de ocupación», indica su director Ángel Bandrés. Además, según explicó, las estaciones cuentan con un protocolo de actuación y los hoteleros han realizado un destacado esfuerzo.

Siendo uno de los valles pirenaicos más visitados y con 16.000 segundas residencias, la situación actual provoca que los establecimientos estén cerrados para el puente de la Constitución, cuando el año pasado la ocupación media fue del 75 al 95% a pie de pistas. De cara a las fechas navideñas, la asociación también pone atención a la situación en otras comunidades, que son su principal área de influencia, como Navarra, País Vasco, Madrid o Valencia.

En el caso de que el paro de la actividad turística continúe, se perdería un tercio de la facturación de muchas empresas en toda la temporada de nieve. No obstante, confían en que la evolución de la pandemia permita que haya un proceso más flexible y se pueda recuperar la actividad económica.

Un sector «muerto»

Otra de las zonas más visitadas en turismo de nieve es la comarca de Gúdar-Javalambre, con estrechos vínculos con Valencia. Su asociación turística lamenta que mientras Aragón no se abra al flujo de visitantes de otras comunidades, el sector turístico «está muerto». A lo que se suma la indecisión. «Si al menos supiéramos que para Navidad o final de año se va a dejar entrar, tendríamos cierto alivio, pero estamos totalmente parados porque no sabemos qué hacer, no hay reservas y tampoco lo estamos ofertando, perdiendo posibilidades porque no sabemos si se podrá trabajar», detalla David Nadal, presidente de la Asociación Turística de Gúdar Javalambre.

Para este territorio de la provincia de Teruel, la Nochevieja juega un papel muy importante para la actividad del invierno. «En una comarca como esta hablamos de cientos de miles de euros y en cualquier establecimiento más del 50% de los ingresos de todo enero», apunta.

El último día del año también es esencial en el Maestrazgo. Su asociación turística pide concreción sobre las normas en estas fechas y más información para poder planificarse.

El sector turístico se siente «ahogado» y «descorazonado», pero con un hilo de esperanza para Navidad.