Los juzgados aragoneses recibieron en 2017 un total de 3.860 denuncias por violencia machista en Aragón, un 22,1 % más que el año anterior, que supone un incremento interanual casi seis puntos superior a la media nacional, del 16,4 %.

En 2017 los juzgados españoles recibieron 166.260 denuncias por violencia de género, un 2,32 % de ellas en Aragón, la cifra más alta desde que el Consejo General del Poder Judicial contabiliza los datos.

Además, las denuncias por violencia de género en Aragón se han incrementado un 19,5 % en el último lustro, una progresión que podría considerarse positiva, en la medida en que cada vez afloran más casos de violencia, pero que, al mismo tiempo, visibiliza el gran peso que sigue teniendo esta lacra en la sociedad, según el informe "Un empleo contra la Violencia", realizado por la Fundación Adecco con motivo del Día Internacional de la Violencia contra la Mujer el próximo 25 de noviembre.

En el mismo se pone de manifiesto que el 65 % de las víctimas de violencia de género en España no tienen trabajo, mientras que un 16 % admite desempeñar algún tipo de ocupación pero sin contrato, lo que supone un freno para denunciar su situación.

La VI edición de este informe, hecho público hoy, pone de manifiesto que existe relación entre el desempleo y la violencia machista porque perpetúa el maltrato.

El hecho de que el 81 % de las víctimas de violencia de género se encuentre desempleada o trabaje en la economía sumergida -sólo el 19 % tiene un empleo- las conduce "a la exclusión social y a la pobreza , propiciando que su situación se perpetúe en el tiempo", denuncia el informe.

Seis de cada diez víctimas de esta lacra llevan más de un año sin trabajar.

El 71 % de las víctimas considera que el desempleo y la precariedad son los principales frenos a la hora de denunciar su situación y la Fundación Adecco hace hincapié en que el empleo es un recurso clave para poder salir de esta violencia.

Ocho de cada diez mujeres no denuncian por temor a las represalias y cuatro de cada diez desconfían de que el sistema pueda protegerlas si lo hacen.

Un 38 % no denuncia por la vergüenza de reconocer la situación que atraviesa, un 35 % por no querer perjudicar a su agresor y un 31 % porque espera que su pareja cambie.

"En muchas ocasiones, es la propia violencia de género la que aleja a las víctimas del mundo laboral, debido al bloqueo de acceso al empleo que ejerce el agresor, conduciéndolas a una espiral de aislamiento que deriva en mayores cotas de desempleos y en grandes dificultades para buscarlo", asegura la consultora de la Fundación Adecco Begoña Bravo.

"El hecho de no ser independientes económicamente puede ocasionar que la violencia de género se perpetúe en el tiempo", añade.

El informe, elaborado a partir de encuestas a 500 víctimas de violencia machista, concluye que la estabilidad, la independencia, la autonomía y la autoestima son los aspectos de un empleo que más valoran estas mujeres.

"Las empresas y los poderes públicos tenemos la gran responsabilidad de dar respuesta a la cada vez mayor masa de mujeres que piden ayuda, a través de políticas activas de empleo y no discriminación que garanticen un acceso continuado y sostenible al mercado laboral", director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.