Renfe proyecta lanzar a partir de finales del 2020 varias líneas de AVE de bajo coste en los cinco principales corredores de alta velocidad, entre las que figura en primer lugar el Madrid-Barcelona, con parada en Zaragoza. Los precios podrían llegar a ser hasta un 40% inferiores del coste medio del billete actual (38 euros de Zaragoza a Madrid o Barcelona), con el objetivo de poder competir con las empresas privadas que operen a partir de enero del 2021, según explicó el presidente de Renfe, Isaías Táboas. Se trataría de recuperar el proyecto que el Gobierno del PP lanzó con el nombre de EVA, pero que los actuales gestores se encontraron sin apenas desarrollo.

«La idea es que sea un producto comercial y, por tanto, hacerlo allí donde sea comercialmente rentable», subrayó Táboas, que añadió que tendrán que hacer un tren que, siendo más barato para los usuarios, tenga un menor coste de producción para la empresa. Así, además del Madrid-Barcelona, se contempla la posibilidad de llevar el bajo coste a los AVE que van de la capital de España a Sevilla, Málaga, Valencia y Alicante.

Los costes, añadió, vienen derivados del gasto de de energía, la amortización del material, el coste del personal a bordo y, sobre todo, «la cantidad de kilómetros al año que lo puedes tener funcionando», así como del número de plazas. A partir de estas variables, es fácil deducir que los trenes low cost podrán transportar muchas más personas, tendrán escaso personal a bordo y serán capaces de rendir muchos kilómetros más al año que ahora.

MODELO RYANAIR

«Los horarios y los días más económicos serán probablemente lo más intempestivos, los que tengan menos demanda, siguiendo el modelo de por ejemplo, Ryanair», subrayó Táboas.

Es evidente que el precio se modulará también respecto al que ofrezca la nueva competencia privada. Si la rebaja es de hasta ese máximo del 40%, el billete costaría tan solo unos 23 euros de media por trayecto desde Zaragoza a Barcelona o Madrid. Actualmente hay alguna tarifa especial que se acerca a estos precios, pero son muy difíciles de conseguir.

El nicho de mercado para este servicio en el Madrid-Barcelona es muy grande. Los futuros clientes deberán provenir de esos viajeros que se trasladan en coche porque porque les sale mucho más rentable que en el AVE actual cuando son dos o más personas por vehículo. Actualmente un 37% de los viajeros cubren el trayecto entre las dos capitales en automóvil. Más que el AVE, que transporta al 33% y que el avión que atrae al 22%. Sólo un 8% utiliza el autobús.

El proyecto de trenes de bajo coste es la primera de 18 medidas incluidas en el plan estratégico para 2019-2023, aprobado el pasado martes por el consejo de administración de la operadora pública. Un plan que prevé elevar los ingresos de la compañía un 16% al final del periodo, hasta los 4.600 millones de euros, y seguir así creciendo a pesar de la entrada de la competencia. Uno de los principales instrumentos para ello es la internacionalización, con servicios en el extranjero.