El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, insistió ayer en que las ayudas a los ganaderos para paliar las pérdidas económicas que provocan los ataques de lobo tienen un «carácter estructural»y son una «buena solución».

Olona se referió así al ataque perpetrado este miércoles por lo que podría ser un lobo a un rebaño en la sierra de Tardienta (Huesca) y que provocó la muerte de diez animales (tres cabras y siete ovejas).Sobre si el Gobierno de Aragón va a llevar a cabo alguna actuación más allá de las ayudas, Olona se limitó a afirmar que estas compensaciones económicas no son puntuales, sino que han llegado «para quedarse», porque el lobo es una especie protegida que, además, está «en expansión».

El objetivo es evitar que sea el ganadero quien asuma con costes económicos la presencia de este animal en el territorio, ha dicho Olona, quien reiteró que la obligación de la DGA es «compensar» económicamente. «Sé que hay reticencias por parte de los ganaderos en torno a la pertinencia o no de la ayuda, pero yo considero que es obligatorio aplicarla», concluyó.