El pleno del Ayuntamiento de Binéfar acordó esta semana por unanimidad suspender el acuerdo de 1969 que hizo a Franco alcalde honorario de la población, mientras que el del consistorio de la capital oscense decidió rechazar una moción similar de CHA y aplazar el debate. Esta decisión se toma pocas semanas después de aprobar la ley de memoria histórica, que obliga a retirar de las calles todos los símbolos del franquismo.

El acuerdo anulado por la corporación municipal de Binéfar supone, no solo la retirada del título honorífico concedido al dictador, sino la derogación del Reglamento de Honores y Distinciones aprobado en esas mismas fechas por el consistorio para poder llevar a cabo la iniciativa, así como la retirada de la Medalla de Oro de la ciudad.

En su moción, los grupos políticos de este municipio argumentan que dichos acuerdos "responden a un contexto histórico concreto y fueron adoptados en un régimen dictatorial en el que la libertad y la seguridad no se encontraban garantizadas, por lo que deben ser objeto de revisión" a la luz de la Constitución vigente.

Por su parte, el pleno del Consistorio oscense rehusó ayer respaldar, con los votos en contra del PSOE, la abstención del PP y PAR y el único apoyo de IU, una moción de CHA que solicitaba retirar a Franco los títulos de alcalde honorífico e hijo adoptivo de la ciudad así como el Escudo de Oro que le fue concedido.

Tras esta propuesta el pleno comenzó un debate casi filosófico, que se remontaba a 1953, el año en el que el ayuntamiento realizó estos nombramientos al dictador. Todos los grupos coincidían en el fondo, en que lamentan que Franco figure en la lista de personas que recibían los máximos honores de la ciudad. En las formas, es donde aparecían las discrepancias y finalmente Chunta vio rechazada su propuesta.

ASUMIR LA HISTORIA El PSOE, que junto con el PP argumentaba que los políticos no deben borrar la historia sino asumirla, sí sacó adelante su propuesta, que plantea iniciar este tipo de actuaciones en el marco de la Ley de la Memoria Histórica, en la comisión de Relaciones Institucionales y buscando el consenso político y ciudadano. El Partido Aragonés se abstenía en estas dos propuestas sobre memoria histórica e IU apoyaba las dos.

En el debate, el portavoz de CHA en la corporación, Miguel Solana, instó al resto de grupos a tomar una posición institucional unánime en ese momento y a no demorar el debate. El edil aragonesista explicó que el procedimiento a seguir para formalizar los trámites necesarios para retirar a Franco los títulos honoríficos concedidos décadas atrás por el municipio y derogar el Reglamento de Honores todavía vigente, no debía suponer un aplazamiento para la adopción de un acuerdo unánime.

Finalmente, tanto los representantes del PSOE como del Partido Popular se mostraron a favor de trasladar el debate a la Comisión Institucional del consistorio para analizar el procedimiento a seguir a fin de anular las distinciones concedidas al dictador.

Por su parte, el grupo del PAR se abstuvo en las dos votaciones, por entender que las circunstancias de la actualidad en el país sitúan este debate en un "momento inoportuno".