Los vecinos y comerciantes de la calle García Sánchez escucharon ayer por fin el ruido de los coches y autobuses recorriendo el asfalto. Este ruido para ellos fue casi una bendición, ya que la clausura de la vía durante seis meses por las obras de acondicionamiento ha constituido un tiempo duro para todos.

Begoña, la dueña de la tienda de ropa de noche Eskandalo y miembro de la Asociación de Comerciantes de la zona, resumía el descontento de 18 establecimientos de los 36 que integran la asociación en el barrio. "Todos los comerciantes hemos perdido durante las obras entre un 40 y un 50% de ingresos respecto al año pasado", afirmaba. El descenso en las ventas era previsible, ya que las obras coincidieron también con el verano. Sin embargo, el bajón se ha notado también en los productos de primera necesidad.

Como la panadería-pastelería Viena Valencia regentada por María Pilar Vela, que ha visto menguadas sus ganancias en "dos millones de las antiguas pesetas" que ingresaba por la venta del pan este establecimiento. Un dinero que desde todos los comercios se espera recuperar poco a poco, sobre todo con ayuda del nuevo estado de la calle, en la que se han producido varias modificaciones.

Una de las principales ha sido la ampliación de las aceras, que han aprovechado --a ambos lados-- el espacio de lo que antes de las obras era un tercer carril; ahora sólo hay dos. Los vecinos aseguran que tanto espacio para los peatones "no era necesario", ya que la calle es una vía "de paso" y el tráfico "se va a ver muy resentido", afirmaba Lola Vera, dueña de una mercería. Esta veterana y sus clientas reclamaban ayer, antes de aceras tan grandes, "más zona azul para que los coches aparquen aquí e impulsen el comercio pequeño, porque aquí no hay donde dejar el coche y la gente se va a los grandes almacenes".

Aunque nunca llueve a gusto de todos, lo que es cierto es que la mayoría confesaba que García Sánchez necesitaba "una gran reforma de tuberías, calzada y señalización". Sólo queda una cuenta pendiente, que "los clientes que se han perdido por las obras vuelvan cuanto antes", deseaba Begoña.