El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado que el incremento del caudal ecológico del Ebro que ha pedido la Generalitat de Cataluña "llevaría a la restricción total del regadío" en esta comunidad, aunque se ha mostrado dispuesto a dialogar.

Cañete ha respondido así, en el pleno del Senado celebrado ayer, a las preguntas de los senadores Joan Sabaté Ferrás (PSC) y Ferrán Bel Accensi (CiU) acerca de la disposición del Gobierno a negociar con la Generalitat catalana un mayor caudal ecológico para el Plan Hidrológico del Ebro.

El senador del PSC ha manifestado al responsable de la cartera de Medio Ambiente "la preocupación manifiesta entre la población" por las amenazas de salinización del Ebro, la regresión del Delta y para la pesca en la plataforma continental en caso de que el caudal sea insuficiente.

"Es muy fácil pedir un caudal ecológico de 9.000 hectómetros cúbicos, pero no se dice quién pierde sus posibilidades de riego", ha asegurado el ministro en referencia a la petición de la Generalitat, que ha propuesto un caudal ecológico de 9.500 hectómetros cúbicos para los años hidrológicos de tipo medio.

"Saltarían todas las alarmas, el 50 % de los meses el embalse de Mequinenza se quedaría vacío y se produciría un fallo de suministro generalizado que dejaría a un tercio de la superficie de regadío de Cataluña sin agua", ha subrayado.

El ministro ha asegurado que "no es una demanda sensata", pero está dispuesto a dialogar y que en la fase de revisión del plan, que debe concluir en 2015, se revisarán los caudales ecológicos "si así lo aconsejan los informes técnicos".

Cañete ha explicado que el nuevo Plan Hidrológico del Ebro, aprobado el pasado 28 de febrero en Consejo de Ministros con el voto a favor de ocho de las nueve comunidades autónomas implicadas a excepción de Cataluña, "fija por primera vez un caudal ecológico en el tramo final del Ebro que tiene fuerza legal como restricción ambiental".

Además, ha apuntado, la aportación mínima promedio en la desembocadura del Ebro "es un 10% superior a la que establecía el plan anterior".

Por estos motivos, el ministro ha recriminado al gobierno catalán su voto a favor del anterior plan de 1998, que fijaba un caudal ecológico de 3.151 hectómetros cúbicos en la desembocadura, y en cambio voten en contra del nuevo plan, que aumenta el caudal hasta los 3.400 hectómetros cúbicos.

Preguntado por el senador de CiU sobre si la aprobación del Plan del Ebro sin el consenso catalán contribuye a la cohesión del Estado español y el concepto de España plural, Cañete ha asegurado que el acuerdo final "contribuye a integrar territorios, fortalecer lazos de solidaridad y cohesionar el territorio español".

El ministro ha indicado que el nuevo plan ha tenido "un alto grado de consenso" y se ha sometido a "un amplio y largo proceso" de información, consulta pública y participación, en el que han trabajado "con todos los implicados y todo el que ha querido intervenir".

"Dialogaré con la Generalitat para acomodar todos los intereses, los de los usuarios del Delta pero también los de los regantes", ha concluido.