La Guardia Civil arrestó anteayer por la noche al presunto responsable del atropello que acabó con la vida de un joven ghanés de 23 años, D. O., el pasado martes por la mañana en la travesía de Ejea de los Caballeros. Se trata de un transportista de 56 años, J. R. M. C., vecino de Zaragoza y sin antecedentes penales. Tras pasar a disposición judicial, fue enviado a prisión provisional. Además su jefe, el responsable de la empresa a cuyo nombre estaba la furgoneta, ha sido investigado (imputado) por encubrimiento.

Según informó ayer el instituto armado, el supuesto autor fue detenido en torno a las 21.15 horas de anteayer, y los agentes pudieron recuperar la furgoneta del taller de reparación, ubicado en el polígono Malpica, al que el detenido la había llevado.

El vehículo, una furgoneta marca Iveco, presentaba un fuerte impacto en el lado derecho, tanto en el cristal como en la carrocería, muestra de la violencia del impacto que acabó con la vida del joven inmigrante, que procedía de Almería. Según informó la Guardia Civil, se había trasladado a Zaragoza justo el día anterior a su muerte, el lunes, 26 de marzo, al tener familia en la comunidad aragonesa, y al parecer cuando sufrió el atropello mortal iba a buscar trabajo en el matadero de Ejea.

El presunto autor del atropello había llevado la furgoneta al taller alegando que había atropellado a un animal, pero los agentes interceptaron el vehículo cuando aún estaba en una primera fase de reparación, por lo que los daños eran plenamente visibles.

La investigación partió del análisis de los restos del vehículo que quedaron dispersos por la zona, y que fueron recuperados por los agentes de la Policía Judicial de Ejea, de Tráfico y del Grupo de investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) que asumieron las pesquisas, junto al forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA). Estos fragmentos permitieron determinar la marca y modelo de la furgoneta, y los agentes investigaron los datos de todos los vehículos de este tipo matriculados en Aragón y Navarra, por proximidad, hasta dar con el presunto responsable.

Dado que a todas luces el conductor fue consciente del atropello, dado el impacto, y sin embargo se dio a la fuga dejando al joven fallecido en la cuneta de la A-125, no solo le imputan un delito de homicidio imprudente sino otro de omisión del deber de socorro, delitos por los que fue enviado a prisión provisional.