La Caridad, la centenaria institución de asistencia social de Zaragoza, reformará sus instalaciones gracias al legado de una herencia donada por un matrimonio, que permitirá acometer una primera fase de obras con una inversión de 700.000 euros.

Las obras han sido anunciadas durante la visita que ha hecho hoy el alcalde Juan Alberto Belloch, quien ha destacado el compromiso de la ciudad con La Caridad, que se fundó hace 115 años, un ejemplo de la cooperación público-privada, ha señalado.

El proyecto de reforma, que aún no está terminado y que en total estaría presupuestado en unos dos millones de euros, plantea la adecuación de la guardería, las salidas de emergencia y del centro docente, la separación por plantas, una para el colegio y otra para la tercera edad, y la modernización de todos los servicios.

En otras fases, se realizarán trabajos para adecuar el resto de servicios, los comedores, la planta baja, hacer un gimnasio mejor para uso del colegio, lo que dependerá de los fondos con los que se pueda contar, ha dicho el director del centro, Daniel Gimeno.

Para el alcalde, esta institución, que se fundó el 18 de julio de 1898 y no se limita a hacer "caridad con minúsculas", constituye un "instrumento esencial" de la política social del conjunto del Ayuntamiento.

Belloch ha señalado que la política social del ayuntamiento es la única partida "que crece" y ha destacado el programa de ayudas de comida a domicilio para las personas necesitadas, que comenzó en el caso histórico y se ha extendido al conjunto de la ciudad.

Al respecto, el responsable de Acción Social y Deportes del Ayuntamiento, Roberto Fernández, que ha acompañado al alcalde, ha precisado que este programa de asistencia a domicilio va a tener una dotación de 300.000 euros.

Fernández ha informado que las obras de reforma en la institución servirán para adecuar las instalaciones a la legislación vigente y ponerla a la altura del servicio que presta.

El director de La Caridad, Daniel Gimeno, ha resaltado por su parte que lo que más representa a la institución es su carácter independiente, una fundación privada que no depende de ninguna otra titularidad y que está para servir cualquier necesidad de la ciudad.

La Caridad se rige por una fundación, que preside el alcalde y de la que forman parte, entre otros, el Arzobispado de Zaragoza, la Sociedad Económica de Amigos del País, Cepyme, Cámara de Comercio, Cáritas así como los sindicatos UGT y CCOO.

En total, la fundación gestiona unos tres millones de euros al año, casi la cuarta parte de ellos fruto de la participación directa del ayuntamiento de la capital aragonesa.

La Caridad tiene un colegio, en el que estudian casi 300 alumnos de infantil, primaria y secundaria; una guardería, con 66 niños; y un centro en el que se atiende a unos 150 ancianos, además de ofrecer cada día entre 300 y 400 comidas a domicilio, a personas con movilidad reducida.