La dramática situación que viven muchas familias en plena crisis eleva sus necesidades que atender. En el 2013, Cáritas Diocesana dio respuesta a más de 7.000 solicitudes de ayuda y destinó más de 254.000 euros, un 50% más que un año antes. De ellos, el 66% fue para vivienda y otros suministros básicos, y un 26% para alimentación y salud.

Fueron un total de 1.475 personas atendidas durante el pasado ejercicio, un 6% más que en el 2012, y en un 90% de los casos correspondían a familias. Además, también está cambiando el perfil de los solicitantes, hasta el punto que los españoles ya son mayoría entre los peticionarios, cuando tradicionalmente se asociaba la situación de pobreza a la población inmigrante. Otras 32 personas fueron acogidas en tres viviendas y se hizo una labor de acompañamiento a familias que afectó a 556 personas, y de orientación y acogida a otras 590 inmigrantes.