Al menos habrá que esperar un mínimo de cinco o seis años para que existan aplicaciones terapéuticas a partir de la utilización de células madre embrionarias. Así se expresó ayer en Zaragoza Rafael Matesanz, director del recién constituido Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa de España (Cenatmer). En cualquier caso, Matesanz solicitó ayer cautela y prudencia a la hora de valorar las expectativas terapéuticas que se abren tras el logro de un equipo de científicos de Corea del Sur que han clonado por primera vez embriones humanos con fines terapéuticos.

Mucho más alejada en el tiempo queda la posibilidad de crear órganos a la carta para trasplantar en humanos, tal como reconoció el experto dentro de las primeras jornadas de coordinadores de trasplantes y medios de comunicación que se celebran en Zaragoza con la asistencia de Blanca Miranda, coordinadora de la ONT, y el presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (Anis), Javier López Iglesias.

No obstante, Matesanz calificó de "avance" el logro obtenido y reconoció que abre las esperanzas para los enfermos que están en lista de espera para un trasplante. "Evidentemente es una esperanza, pero eso no ocurrirá ni a corto ni a medio plazo. Por ahora, sólo hablamos de células madre para reparar tejidos y células dañadas. Es decir, reparar las células que producen la insulina, las células nerviosas afectadas por enfermedades como el Parkinson o células de médulas espinales fragmentadas. Y ahí si existe esperanza".

En España la clonación de embriones humanos con fines investigadores está prohibida. Tan sólo está permitido teóricamente en Reino Unido y Suecia porque no han suscrito un convenio europeo al respecto. "En España, esta prohibición está recogida en la Ley de Reproducción Asistida y también en el Código Penal", apuntó el antiguo director de la ONT. "El tema tiene aspectos éticos, legales, pero abre posibilidades a la investigación y los científicos lo observan con expectación". (más información en página 36)