"Se trata de comprobar si la voluntad de abrir un nuevo diálogo en materia de agua es real o una mera estrategia electoral". Con este ánimo presentó ayer CHA una iniciativa, que defenderá ante el pleno de las Cortes de Aragón, en la que se cuestionan los grandes embalses de Yesa y Biscarrués y se pide el apoyo de la Cámara para evitar que continúe el proceso de expropiaciones del primero y la inundación de núcleos habitados que propiciaría el segundo.

La propuesta de Chunta tiene cuatro puntos: rechaza el uso de grandes embalses para el trasvase del Ebro (algo que las Cortes ya aprobó); pide que se promueva la paralización de las expropiaciones de Artieda por Yesa; que se abra un diálogo entre todas las partes implicadas por dicho embalse, y que se extienda la negociación al embalse de Biscarrués, que también inunda municipios (Erés).

Según Bizén Fuster, presidente de la formación, se trata de una "propuesta constructiva" que se debatirá después de las elecciones generales, lo que permitirá saber hasta qué punto es real la voluntad de diálogo manifestada por todos los implicados.

"Si en Aragón consiguiéramos un acuerdo sobre esto, tendríamos más legitimidad, más capacidad y más coherencia en nuestra lucha contra el trasvase del Ebro", afirmó Fuster, quien reiteró las críticas de su partido contra el acto de colocación de la primera piedra de la cesión de aguas realizado el pasado miércoles.