A las 12 de la noche ha comenzado el cierre perimetral de las tres capitales de Aragón. La tarde de ayer dejó las reuniones de las juntas locales de seguridad en Zaragoza, Huesca y Teruel, todas de carácter extraordinario, tras el confinamiento perimetral decretado por el Gobierno de Aragón que entraba en vigor a medianoche. Guardia Civil, Policía Nacional, la unidad adscrita de la Policía Autonómica y Policía Local han activado todos los recursos disponibles para cumplir con la normativa del confinamiento perimetral de las tres capitales mediante controles fijos y móviles. La vigilancia se reforzará en franjas horarias donde se puede producir un mayor agrupamiento de personas o desplazamientos.

En Zaragoza han empezado a desplegarse de forma progresiva patrullas para realizar labores de vigilancia en 18 ubicaciones de entradas y salidas a la capital aragonesa. Asimismo, se han activado controles móviles para vigilar otros accesos y puntos como estaciones de viajeros de tren y autobús. Las fuerzas y cuerpos de seguridad, de manera coordinada, llevarán a cabo no solo la vigilancia de las entradas y salidas a la ciudad, sino también las zonas de los barrios rurales y el cumplimiento de las medidas recogidas en el nivel de alerta 2 como los aforos.

El subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Fernando Beltrán, ha destacado que los controles «variarán en función de un día laboral y el fin de semana y también de los flujos de movimiento de la población», por lo que es un operativo «mucho más complejo» al contar con desplazamientos permitidos. «Por eso pedimos que las personas cumplan con la responsabilidad, que es fundamental, y que los ciudadanos no realicen los desplazamientos innecesarios». En este caso, las labores serán de información pero también de sanción.

Mientras, en Huesca, un operativo controlará los accesos y salidas a la A-22 (autovía a Lérida) y la A-23 (conexión con Zaragoza y el Jaca), que prestará especial atención a las horas de mayor tráfico. Este dispositivo tendrá en cuenta la situación de las localidades colindantes a Huesca, cuyos vecinos requieren el desplazamiento a la capital para acceder a servicios básicos como la alimentación o la farmacia. «La situación en Huesca es muy grave, por ello apelamos a la responsabilidad de todos los altoaragoneses para que este confinamiento se cumpla de manera estricta. No nos podemos permitir que la situación empeore. El virus no tiene edad, hay mucha gente joven afectada, por eso instamos a todo el mundo a ser muy cuidadosos en el día a día», declaró la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar.

En Teruel habrá controles en los principales accesos a la ciudad (desde la A-23, la N-330, la N-420 y la N-234) y otros móviles, tanto en las pedanías como en las carreteras autonómicas y los caminos, además de otros aleatorios en las estaciones de tren y de autobús.

El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, destacó que esta situación solo se combate desde la responsabilidad individual. «Ahora es tiempo de ir a trabajar, volver a casa y salir solo lo imprescindible. No nos queda otra».