Los docentes aragoneses han dejado de intererarse por disfrutar de un año sabático. Así lo demuestra el descenso en los últimos años de cerca del 80% en el número de solicitudes enviadas al Departamento de Educación para lograr este permiso.

La irrupción de la crisis ha sido determinante o, al menos, eso entienden los sindicatos, que conceden relevancia, asimismo, a las restricciones del Gobierno en las condiciones de la jubilación anticipada voluntaria a la hora de argumentar las razones del descenso. Así, 22 docentes aragoneses solicitaron el año sabático para el curso actual, lo que supone casi 80 menos que en el 2006-2007, antes de la crisis. Desde entonces, la demanda fue bajando y, ya al año siguiente, las peticiones se redujeron a 54, una cifra que se mantuvo en la siguiente convocatoria.

Para el curso 2009-10, las solicitudes continuaron bajando y apenas fueron 34 los representantes del profesorado que decidieron acogerse a esta medida, aunque la cantidad más baja se dio para el curso 2010-2011, cuando Educación recogió tan solo 19 instancias, aunque la demanda casi se duplicó un año después. Sin embargo, las peticiones han vuelto en los dos últimos años a su mínima expresión, con 22 docentes interesados.

Precisamente, la rebaja en la demanda llevó al Departamento de Educación a, hace unos años, reducir la oferta y pasar de 100 a 50 plazas disponibles.

DESARROLLO

La prestación de servicios abarca un plazo de cinco años consecutivos, de los cuales los cuatro primeros se trabaja a jornada completa con una reducción de salario --se cobra el 84% de las retribuciones correspondientes--, en tanto que el quinto año se libra. Para poder acogerse al disfrute de un curso parcialmente retribuido sin prestación de servicios, los solicitantes deben ser funcionarios de carrera de los cuerpos docentes no universitarios con al menos 15 años de servicio activo desempeñando un puesto de trabajo del ámbito de la enseñanza no universitaria, no estar incurso en la tramitación de un expediente disciplinario por falta grave o muy grave, o cumpliendo sanción con motivo del mismo, ni inmerso en la tramitación de un expediente de incapacidad. Igualmente es necesario que, a 31 de agosto del curso anterior al que se solicita el derecho, no se esté a falta de menos de cinco años para acogerse a la jubilación voluntaria..

La posibilidad está vigente desde que fue acordada en Mesa Sectorial de Educación en el año 2006 y alrededor de medio millar de docentes ya han ejercido ese derecho.

El plazo habilitado este año por la Administración para la presentación de solicitudes para disfrutar de un año sabático concluyó la pasada semana.