"La situación parece estar controlada, pero el hecho de que haya un segundo brote indica que se han cometido errores". Así lo aseguraba ayer la secretaria de la Junta de Personal del Clínico, Ruth Caudevilla, tras la reunión que ella y otros representantes sindicales mantuvieron ayer con la dirección del hospital para conocer los últimos avances del brote de legionela. "La pregunta del millón es por qué no se cambiaron en su momento esos elementos de la torres en los que ahora ha vuelto a aparecer la bacteria. Cuando lanzamos esta interrogación el hospital responde que eran zonas en desuso, conducciones que no se utilizaban", añade la representante sindical. "En cualquier caso, pensamos que esa limpieza que se hizo en junio debía haber sido a conciencia, para evitar cualquier problema y sin pensar en costes, porque la vida humana es lo más rentable del mundo". Caudevilla aseguró que tanto ella como el resto de los representantes de la junta habían estado puntualmente informados de los controles que, semanalmente, se siguen haciendo en las instalaciones del Clínico. No obstante, las reuniones con dirección para seguir la vigilancia sobre la crisis de la legionela se mantendrán durante las próximas semanas. "Está claro que el control ahora sí está siendo exaustivo".