Robar viviendas en pleno estado de alarma por el coronavirus tiene sus peligros. El obligatorio confinamiento hace que haya más testigos de los habituales y la posibilidad de detención aumenta. Es lo que le ocurrió a cuatro jóvenes que fueron arrestados en Huesca, después de desvalijar dos viviendas en la capital altoaragonesa. En ambos casos, las casas eran segunda vivienda de los propietarios.

La intervención policial tuvo lugar gracias a la colaboración ciudadana, después de que un vecino llamara a la sala del 091 y alertara de que había observado a varios jóvenes en un inmueble del que tenía conocimiento que en estos momentos no se encontraba habitado.

Cuando los agentes llegaron al lugar escucharon ruidos en el interior de la vivienda y, a continuación, observaron cómo cuatro jóvenes saltaban por los tejados adyacentes y accedían al patio de un colegio contiguo.

Las patrullas establecieron un cerco policial, debiendo incluso franquear muros de tres metros de altura, consiguiendo detener a todos los autores, así como recuperar un total de 20 joyas que los arrestados llevaban encima.

Las gestiones con estas joyas permitieron averiguar que las mismas habían sido sustraídas del domicilio en el que fueron sorprendidos y también de otra vivienda unifamiliar en la que tres de los detenidos habían accedido dos días antes.

Los investigadores recalcaron en sus informes la agravante que supone cometer estos actos aprovechándose de la situación de confinamiento de la población con motivo del actual estado de alarma. Tras ser puestos a disposición judicial, el juez decretó prisión provisional para tres de los detenidos, sobre los que constan antecedentes previos.