"Un año y medio de calvario". Así describe Ángel Martínez la situación por la que ha tenido que pasar su hija Daniela, de 7 años, hasta ser intervenida quirúrgicamente por un problema de salud bucodental.

A la menor, que no puede comunicarse debido a su grado de discapacidad, le detectaron en junio del 2013 un flemón. Pero no la operaron hasta el pasado mes de octubre. "Y tuvo que ser en Barcelona, por supuesto, porque aquí carecemos de medios", reclama su padre. En el momento en que Daniela entró al quirófano, su cuadro de infección era "muy diferente" al que presentó en un principio. "Lo que hubiera sido una extracción rápida en Zaragoza por una muela afectada pasó a ser, más de un año después, a cuatro infecciones y una fístula. Con el servicio aquí esto no nos hubiera pasado", denunció Martínez.

Hasta entonces, la pequeña ha sufrido "continuos" cuadros epilépticos como consecuencia del agravamiento de su infección bucal. "Ahora está bien, pero ha pasado meses sin dormir ni una sola noche, en un estado irascible porque sentía molestias y con situaciones de pérdida de la consciencia cada ciertos minutos como consecuencia de la epilepsia", explica.

Ángel añade que las secuelas en Daniela "son horribles a nivel cognitivo y psíquico, y tienen riesgo de muerte". En los "duros" momentos de las crisis, a esta familia, acostumbrada a pelear, no le preocupan las consecuencias. "Se piensa que con tal que Daniela se despierte ya vale, las secuelas te dan igual ya", apuntan.

VÍCTIMAS DE LOS RECORTES

Martínez y su mujer llevan años reclamando una mejor atención para su hija, que ha tenido "problemas" para acceder a una educación pública especial, para recibir las subvenciones de ortopedia --"llegamos a tener un retraso de más de dos años y medio", dicen-- y, ahora, se consideran "víctimas" de los recortes sanitarios. "Parece ser que no les sale rentable tener una unidad de salud bucodental en Aragón, porque es un gasto caro y que no se usa habitualmente, pero creo que cualquier niño tiene derecho a este servicio, sea discapacitado o no. Lo que están haciendo es inhumano", insiste Martínez.

Daniela tiene una hermana melliza que, según su familia, ejemplifica las diferencias de trato en salud bucodental. "A ella le podrían sacar una muela esta misma tarde en un centro público, pero a Daniela no porque es discapacitada", reclama el padre, quien ya ha puesto una queja en Atención al Paciente. "He pedido que dejen un quirófano abierto en el Servet para estas intervenciones", asegura.