Un desahucio puso a la Policía tras la pista de un grupo de presuntos narcotraficantes que se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza los próximos días 16 y 17 de junio. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos sendas condenas de ocho año y medio de prisión --siete por un delito contra la salud pública y 18 meses por integración en grupo criminal-- y 20.000 euros de multa. Las defensas, a cargo de los penalistas José Luis Melguizo, Olga Oseira Abril, Javier Notivoli y Patricia Medina, reclaman la absolución al entender que no existen pruebas de que se dedicaran a traficar con cocaína.

El propietario de un piso de alquiler se llevó una sorpresa cuando, a mediados de febrero del año pasado, tras desahuciar al inquilino por impago de las mensualidades, contempló el contenido de una bolsa que alguien se había dejado en la vivienda: contenía 41,45 gramos de cocaína de baja pureza --un 1,3%, fruto de su mezcla con sustancias de corte--, una balanza de precisión, una pistola de fogueo, una balanza de precisión y un pendrive con fotografías de F. J. L. P., que resultó encausado, lo mismo que el desalojado --J. A. S. S.-- y una tercera persona --M. G. G.-- que figuraba como el responsable de un ingreso de 500 euros en una cuenta bancaria. Un mes después, la Policía le intervino a este último 32,67 gramos de cocaína.

Las pesquisas llevaron al Grupo de Estupefacientes y a la Brigada de Extranjería de la Jefatura Superior de Policía de Aragón a concluir que los siete acusados "se dedicaban al tráfico de sustancias estupefacientes, fundamentalmente cocaína, sustancia que se distribuía al menudeo" en tres locales de alterne de Zaragoza, según indica el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía. El ministerio público sostiene que el grupo suministraba la droga "a las mujeres que allí trabajaban como prostitutas, o utilizando a estas para traficar" con sus clientes.

La intervención de los teléfonos de los sospechosos llevó a la Policía a la conclusión de que J. A. S. S. y M. G. G. eran los proveedores principales, que cada quince días facilitaban o vendían la droga a F. J. L. y F. R. A. R., los cuales, a su vez, la distribuían en los clubes.

Los otros cuatro acusados regentan locales o trabajan en ellos, aunque la Policía solo les intervino alguna pequeña cantidad de droga compatible con el autoconsumo a algunos.

Por otro lado, efectivos de la Policía Judicial de la Comisaría de Centro de Zaragoza detuvieron el pasado jueves a R. J. B., de 64 años, y a A. D. R., de 37, a los que acusa de dedicarse al tráfico de cocaína desde una vivienda de la calle Ramón Pignatelli. Los agentes intervinieron allí 22 papelinas y trece gramos de droga.

El Juzgado de Guardia ordenó el ingreso en prisión del segundo de ellos.