La venta de sustancias estupefacientes a menores de edad es un negocio en expansión en Zaragoza que el pasado lunes recibió un duro golpe. Ese día, agentes de policía de la comisaría del distrito de Centro detuvieron en la zona de la calle del Conde de Aranda a dos personas, un hombre y una mujer, que obtenían fáciles ganancias vendiendo hachís a adolescentes de los colegios e institutos cercanos.

La señal de alarma se disparó cuando los policías de servicio observaron que dos adolescentes de unos 16 años se acercaban a una pareja sospechosa en la calle de San Martín, un punto donde suelen reunirse camellos , traficantes que venden droga en pequeñas dosis para, en el caso de ser detenidos, argumentar que las destinan a su autoconsumo.

RESISTENCIA Los agentes intervinieron en el momento en que vieron que los jóvenes recogían una sustancia marrón y entregaban un billete. Se desplegaron para detener a los presuntos traficantes, pero éstos emprendieron la huida.

El hombre, que ofreció una gran resistencia, sería detenido finalmente, al igual que la mujer. En su poder se hallaron 14,5 gramos de hachís, 30 euros y dos teléfonos móviles. Se trata de M. B. y R. B., de 25 y 23 años de edad y de nacionalidad argelina.

A continuación, el dispositivo policial realizó un registro la vivienda de los sospechosos, en la cercana calle de Agustina de Aragón. En el interior del piso se encontraron 54,3 gramos de hachís, 275 euros, varios anillos, artículos de perfumería, 2 radiocasetes, una minicadena musical, otro teléfono móvil y varios cargadores de portátiles. "Todos estos efectos --indicó un portavoz de la Jefatura de Policía de Zaragoza-- eran entregados por los compradores a cambio de la droga".

"Entre los jóvenes, cuando no se dispone de dinero en efectivo --añadió la misma fuente--, es frecuente recurrir al trueque para procurarse una dosis de droga". Los teléfonos móviles y los complementos, como los anillos o las cadenas chapadas en oro, son muy apreciadas por los traficantes, que enseguida les dan salida en el mercado negro.

"Los clientes de los detenidos --señalaron en la Policía-- proceden de los colegios de la zona y suelen comprar dosis de unos 10 euros para iniciarse en el mundo de la droga fumando porros de hachís que a veces mezclan con otras sustancias".

La calle de San Martín es uno de los puntos de venta de droga al menudeo más activos de Zaragoza.

La pasada semana fue objeto de otra acción antidroga en la que se detuvo a dos personas, una menor de edad, por vender hachís a los adolescentes que salían del colegio de Escuelas Pías, situado justo enfrente.

Sin embargo, el director de este centro escolar, Víctor Lebrero, negó ayer a este medio que se vendiera droga a las puertas del edificio docente, así como que hubiera alumnos del colegio entre los compradores de hachís.

Por su parte, Jesús Casas, responsable de Seguridad de la Junta de Distrito Centro, se congratuló de la operación policial y pidió que "los jueces apliquen la ley a rajatabla para que los traficantes no vuelvan a salir a la calle a los cuatro días".