Este año, sí. Tras cuatro años sin poder celebrarse, el próximo mes de septiembre Novallas podrá disfrutar de su tradicional encierro andado, un acto festivo que data de finales del siglo XVIII. Este histórico encierro fue declarado Fiesta de Interés Turístico en Aragón en el año 2000 por la consejería de Turismo del Gobierno aragonés. Sin embargo, ese mismo año, otro departamento, el de Interior, lo prohibía por no tener las medidas de seguridad oportunas.

Desde entonces, el Ayuntamiento de Novallas ha trabajado para que las dos delegaciones de la DGA se pusieran de acuerdo y la declaración de fiesta de interés tuviera suficiente peso en la decisión final.

MEDIDAS Esta misma semana el consistorio ha recibido un escrito de la Administración aragonesa en el que se le da permiso para celebrar la fiesta si cumple unas medidas de seguridad. Entre ellas, destaca la presencia de dos ambulancias y dos guías de encierro así como la prohibición de presencia de público en determinadas zonas.

La tradición de este encierro se remonta a los últimos años del siglo XVIII, cuando miembros del ayuntamiento, la comisión de festejos y diversas entidades marchaban a localidades cercanas para buscar el ganado con el que después se harían los encierros. De esta manera, los animales eran llevados a pie hasta Novallas. Con el tiempo, los camiones cobraron protagonismo en el transporte, aunque el ganado era descargado fuera del casco urbano para cumplir con parte de la tradición.

Según explica el alcalde, Jesús Fernández, "era contradictorio que una Fiesta de Interés declarada por un departamento de la DGA no se pudiera realizar por la prohibición de otro departamento. Ahora parece que la lógica se ha impuesto y tenemos vía libre".