El Juzgado de lo Penal número 1 de Zaragoza condenó ayer a Marusia Daniela Mustafa, una de las nueve falsas asistentas sociales que en el 2017 fueron arrestadas en la conocida como Operación Picaraza. Habían conseguido desvalijar nada menos que 62 viviendas de ancianos en toda España. Esta mujer se enfrentaba a tres años de prisión, si bien aceptó dos años puesto que había huellas en las pertenencias que le era imposible negar que había robado joyas por valor de 4.289 euros. El modus operandi era siempre el mismo, iban a una casa en la que preguntaban cómo iba el servicio de asistencia y en el momento de despiste les robaban sus pertenencias.