Zuera ya cuenta con una biblioteca municipal más grande tras el fin de la reforma acometida en los últimos meses en la emblemática Casa del Reloj, un edificio de 1959 que se levanta en el centro de la localidad. Este ya era la sede de la biblioteca, pero ahora su espacio ha crecido y ocupa las dos primera plantas tras una reforma que triplica su oferta anterior. «La obra está terminada, con el mobiliario y todo colocado. Estamos encantados con cómo ha quedado todo», señaló a este diario José Aznar, arquitecto del Ayuntamiento de Zaragoza encargado de la iniciativa.

Desde el consistorio aseguran que la intervención en la fachada de la Casa del Reloj y otros elementos protegidos «ha sido mínima» con el fin de mantener «el carácter y diseño original» del edificio. En el interior, la transformación ha conllevado la creación de espacios diáfanos y luminosos que dan paso a zonas operativas, funcionales y más accesibles.

Existe una zona de información y préstamo para el usuario, una pequeteca y área de lectura para los más pequeños, con capacidad para 30 menores; otra zona de lectura general para unas 60 personas, un espacio para el estudio y un archivo de fondos con capacidad para llegar a los 20.000 volúmenes.

La rehabilitación se ha ejecutado entre el Ayuntamiento de Zuera y la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y, según se publicó en su momento en el boletín de la provincia, salió adelante con un presupuesto de ejecución de 589.727 euros.

TRASLADO DE OFICINAS

«Ahora nos queda pendiente una segunda fase de obras, ya en la planta superior», precisó Aznar. Estos trabajos supondrán una actuación en la tercera planta a donde está previsto trasladar algunas dependencias y oficinas municipales.

De este modo, la transformación de las dependencias de la Casa del Reloj, además de mejorar la prestación de servicios al ciudadano en el centro de la localidad, también permite optimizar los edificios municipales y aprovechar sus espacios.

Durante los meses que han durado los trabajos, la biblioteca ha estado instalada en el centro municipal Antonio Aznar, donde pequeños y adultos han podido leer su libros deseados.