Rubén Sanz Ferrero es un joven aragonés de 23 años que lleva ya dos temporadas en Liverpool trabajando, con el claro propósito de mejorar su inglés. Estudió Periodismo en la Universidad de Zaragoza y, cuando acabó su formación académica, decidió irse a trabajar a esta ciudad inglesa. Aunque al principio se fue «por aventura y por probar», realmente decidió quedarse «porque hay más dinero, otras condiciones de trabajo». Destaca que en el país británico se cobran «todas las horas que haces y no cobrar no es nunca una opción».

Este joven aragonés trabaja de camarero en un restaurante, aunque manifiesta que también hace «cosas de periodismo como sacar fotografías y estar en una emisora de radio». Rubén también subraya el número de horas que dedica a la semana a su empleo: «Trabajo 25 horas como máximo y esto me permite hacer de todo». Y hace alusión a que en España con esas mismas horas trabajadas «no vivirías», es decir, que difícilmente se podría mantener una vida normal.

A pesar de trabajar actualmente en el sector hostelero, expresa que al final todo el mundo quiere trabajar «de lo nuestro y en tu idioma, pero si no tienes problemas económicos», aludiendo a la dificultad de poder llevar con normalidad una vida si se tienen dificultades económicas.

A la cuestión de que si tiene previsto el regreso a Aragón se muestra cauto. «No volvería con cualquier condición. Lo haría si hubiese más oportunidades», confirma, y además, en ese sentido, piensa que a España «le falta un poco de camino porque en puestos de trabajo y sueldos somos más competitivos y tendría que recompensar a todos y en todos los aspectos».

Asimismo, en alusión a la situación laboral en España, Rubén sentencia que lamentablemente «vivimos para trabajar, y no trabajamos para vivir».

En todo caso, el periplo por las islas británicas le está resultando satisfactorio. «El tiempo es lo peor y la gente es más fría, pero no te da palo gastarte dinero ni decirle al jefe que no puedes ir a trabajar por estar malo», incide.