La izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza volvió a salir unida, por segunda vez en esta legislatura, para hacer frente común con Fapar y las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAs) de los 16 colegios públicos de Zaragoza que han sufrido los «recortes» del Gobierno PP-Cs. Junto, en defensa de la escuela pública, comparecieron para exigir la ejecución de los 19 proyectos paralizados que estaban incluidos en los presupuestos participativos con 1,51 millones de euros. Reclamaron unidos la licitación de las obras «antes del próximo 31 de diciembre» o que haya «un compromiso público» de que se incorporarán al presupuesto del 2020.

Todas esas partidas que se iban a invertir en mejoras se han quedado a cero porque, en la última modificación de créditos, se eliminaron para amortizar deuda bancaria. Y pertenecían a obras como arreglos en aseos, patios de recreo, ventanas, megafonía o simplemente una capa de pintura, trabajos que, si nadie lo impide, ya no se harán. Para este año ya no hay dinero y para el próximo le piden a Azcón la «voluntad política» que denuncian que no ha tenido en el actual ejercicio.

Mientras, para el PSOE, ZeC y Podemos-Equo, ese «recorte» en la inversión tiene más que ver con una «decisión ideológica» que demuestra «cuáles son las prioridades de esta coalición PP-Cs», que le quita el dinero a obras de «solo 10.000 o 50.000 euros» mientras incrementa en 800.000 el gasto en su organigrama de Gobierno. Registraron una moción conjunta para debatirlo en el pleno.

FRENTE COMÚN

Para la portavoz socialista, Pilar Alegría, este «ataque a la escuela pública» del PP y Cs «afecta a la buena calidad de la educación». «Aquí al menos no ha habido engaño, ninguno de los dos llevaba en sus programas electorales mejoras en los colegios». Pedro Santisteve, su homólogo en ZeC y exalcalde, consideró que va más allá, porque «perjudica a la inversión en los barrios y a la confianza en el ayuntamiento», que puso en sus manos en el mandato anterior una «herramienta democrática» para elegir en qué obras gastar el dinero. «A Azcon habría que explicarle primero qué es una escuela pública, porque no la ha pisado nunca. Ni él ni sus hijos», arremetió el portavoz de Podemos-Equo, Fernando Rivarés, quien aseguró que el argumento de que solo se pueden ejecutar en verano «es una tontada como un autobús».

Junto a ellos, Marta Moreno, vocal del AMPA del CEIP María Moliner y portavoz de los 16 centros, aseguró que «el 30 de mayo» el servicio de Arquitectura les dijo que «todos los proyectos estaban redactados y enviados a Contratación para licitar en 15 días». En junio, «estaban paralizados».

El viernes se reunirán con el responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, pero ayer, el de Participación, Javier Rodrigo, lo achacó todo a «la falta de previsión y planificación del anterior Gobierno de ZeC». Pero ni una promesa de ejecutarlas. Se «analizarán y valorarán» las obras para «priorizar aquellas que técnicamente sean necesarias». Pero estas ya no las elegirán los vecinos.