La comisión de Transportes del Parlamento europeo reclamó ayer que el proyecto de construcción de un túnel ferroviario en el Pirineo se ejecute con más rapidez de lo que ha propuesto la Comisión Europea. La apuesta que hicieron ayer los eurodiputados lograría que esa conexión transpirenaica esté terminada entre el 2015 y el 2017, frente al año 2020 marcado como fecha límite por el informe de la propia responsable de Transportes de la UE, la española Loyola de Palacios.

El citado órgano de la Eurocámara debatió la lista de proyectos prioritarios para ampliar la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) elaborada por la dirección general de Loyola de Palacio y que ya tiene el visto bueno de la Comisión Europea. Los eurodiputados, en primera instancia, arroparon el listado y apoyaron también una propuesta para agilizar el conocido como túnel del Vignemale.

LOS CAMBIOS A través de una enmiendas defendidas por el socialista español Juan de Dios Izquierdo, la comisión parlamentaria aceptó situar en el horizonte 2015-2017 la fecha límite para que esté construido este proyecto, en lugar de la marcada por el equipo de De Palacio, que era el 2020.

Además, aceptaron incluir en el nombre oficial del proyecto el calificativo de central , lo que daría garantías a Aragón, que lucha por lograr que el paso se sitúe en territorio aragonés frente a las pretensiones de las comunidades situadas al este y al oeste. Ahora, la actuación se denomina Nueva línea ferroviaria central transpirenaica de gran capacidad . También cambió el nombre del eje en que se enmarcará esta obra.

El informe pasará ahora al pleno de la Eurocámara y luego, al Gobierno europeo, que es el que tiene la última palabra. Los Ejecutivos de España y de Francia ya se han manifestado abiertamente partidarios de la actuación, si bien el país galo tiene reticencias que no acaba de pulir.

De hecho, la propia De Palacio ha reconocido en diversas ocasiones que pese a la voluntad de Bruselas, sólo podrán salir adelante los proyectos sobre los que existan compromisos firmes de los países a los que afectan. La Unión Europea ya ha dado un paso: aumentar del 10% al 30% el dinero para los tramos internacionales de una actuación, con el fin de impedir que los déficits económicos frenen los planes comunitarios.

Y es que Francia, que no está en su mejor momento financiero, preferiría priorizar otros enlaces. A pesar de ello, el Gobierno galo ha incluido por primera vez en su planificación oficial este proyecto (hasta la fecha, ausente de sus mapas).