De cada 100 alumnos que fracasan, unos 40 son objetores escolares que rechazan el colegio o el instituto como centro de conocimiento. Sin embargo, una vez fuera de los centros, está comprobado que muchos de ellos desarrollan una gran capacidad para aprender y se integran en su entorno social y laboral. Para captar la atención de estos jóvenes, los dos expertos que participaron ayer en el seminario sobre la reforma educativa que se celebra en Zaragoza propusieron nuevos modelos para hacer de la escuela un lugar más atractivo.

Consuelo Velaz, profesora de Orientación e Intervención Psicopedagógica de la UNED, planteó un Programa de Cualificación Socioprofesional que en su opinión es "un sustituto de la Garantía Social que existía en la LOGSE que mejora los Programas de Iniciación Profesional de la LOCE".

Esta vía de orientación laboral que abrió la LOCE fue una de las cuestiones más controvertidas de la ya de por sí polémica ley elaborada por el PP. Se trataba de desviar a los alumnos de 15 años que tuvieran serias dificultades para superar el último curso de la ESO hacia un itinerario en el que se le daría una preparación mínima para su inserción en el mercado de trabajo.

Lo que propone Velaz es un Programa de Cualificación Socioprofesional al que sólo se podría acceder al cumplir los 16 años y que tendría una duración de dos cursos. "Al acabar, los estudiantes obtendrían el título de la ESO y otro de cualificación profesional", añadió esta profesora de la UNED cuya propuesta se incorporará a todas las que está recogiendo el Ministerio de Educación para elaborar un anteproyecto de la nueva ley antes de que acabe el año. Además, Velaz apuntó una variante de este programa en el que los alumnos sólo conseguirían un certificado del Ministerio de Trabajo.

Por supuesto, para rescatar a estos objetores escolares se necesitará algo más que diseñarles este camino. José Gimeno, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia, abogó por convertir la escuela en un lugar atractivo para los alumnos, algo que ahora, en su opinión, no se está logrando. "Los profesores tienen que competir con videojuegos, internet y otros entretenimientos que los jóvenes tienen en sus casas, por eso tienen que cambiar el modelo didáctico actual y hacer que la cultura sea algo entretenido, porque lo de los apuntes y los esquemas aburre a un santo".

LA ORGANIZACION DEL CENTRO Para Gimeno, tiene que haber más flexibilidad en la organización de la docencia, "así se podrá atender adecuadamente al que va bien y al que va mal", pero siempre sin perder de vista que hay que hacer "una revisión a fondo" de los contenidos que se están dando y de la forma en la que se están dando: "La sociedad de la información demanda gente despierta y bien preparada, y eso no pasa por estar una semana explicando lo que es una subordinada".