Lo estaban estudiando y al final, de la mano del abogado andorrano Carlos Guía, la familia de Joel García Balaguer ha decidido personarse como acusación particular en el caso del joven de Andorra fallecido tras ser abatido por un guardia civil cuando trataban de reducirle durante un brote esquizofrénico. La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz, Dolores Basante, abrió diligencias por un delito de homicidio y todavía no ha citado a declarar al agente implicado en calidad de investigado, antigua imputación. El atestado realizado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel no ha sido remitido al juzgado.

A través de un comunicado enviado a los medios de comunicación, la familia García Balaguer señaló que los hechos acontecidos hace una semana en el domicilio situado en la calle Fuente Baja «son anómalos en todos los sentidos» al tiempo que destaca que será la investigación judicial la que aclare todos los términos. Anteriormente, destaca que en Aragón se producen «decenas de intervenciones al año, similares al auxilio médico/policial solicitado por la familia ante un brote psicótico de Joel» en el que se establece un protocolo de actuación requerido mediante llamada al 061 y posterior al 112. «La inmensa mayoría de dichas actuaciones acaban bien, con la asistencia médica del enfermo o su ingreso hospitalario, sin consecuencias violentas ni para el personal médico o de seguridad ni para el paciente», afirman desde la familia.

Aunque apelan a dejar hacer a la Justicia, en dicho comunicado también se cuestiona la versión hecha pública hasta el momento en el que la actuación del guardia civil podría enmarcarse en la defensa propia tras, según se señaló oficialmente desde el instituto armado, verse atacado por el fallecido. De hecho, se recalcó que el chaleco pudo haberle salvado la vida y que presentaba cortes que confirmarían que hubo no solo intención de atacar con el cuchillo.

«Es legítimo, lógico y respetable desde el punto de vista procesal del agente pero, en cualquier caso, dicha posición deberá probarse en el juzgado, siendo mientras tanto una mera manifestación de parte que no se corresponde totalmente con la realidad de los hechos», inciden.

Por otro lado, el letrado andorrano también hace una defensa de que la magistrada haya abierto diligencias por un delito de homicidio y lesiones. Para finalizar, el escrito destaca que «la familia pide respeto a su dolor y solicita evitar especulaciones en medios y redes sociales».

Joel García Balaguer falleció, según la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), tras recibir tres disparos en el pecho, llegando una de las balas a salir del cuerpo y herir al hermano del finado. Asimismo, presentaba una lesión en la cabeza que, según la versión recogida por los agentes, tuvo lugar cuando trataron de quitarle el cuchillo de la mano. Le habrían dado en brazo, pero finalmente la bota de otro de los cuatro agentes que intervinieron le dio en la cabeza.

El municipio turolense de Andorra continúa conmocionado por lo ocurrido, pero también dividido. De hecho, continúan las pintadas que aparecieron en las paredes en las que se calificaba al agente que disparó de «asesino». Desde las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, Jucil, AUGC y AEGC, se mantiene el respaldo al agente.