El rey Felipe VI instó ayer a "intensificar" las conexiones de transporte y energéticas con Francia a través de los Pirineos para crear una "nueva dinámica de progreso y prosperidad" para las economías y ciudadanos de los dos países.

En el brindis del inicio de la comida que el presidente François Hollande ofreció en el palacio del Elíseo en honor de los Reyes con motivo de su primera visita a Francia, Felipe VI reconoció que los Pirineos siguen constituyendo "un reto pendiente" de superar.

En un discurso pronunciado en parte en francés --al inicio y al final-- Felipe VI subrayó que España y Francia, "dos de las más antiguas naciones del viejo continente (...) comparten la responsabilidad de dar un nuevo impulso al proyecto europeo", que debe tener como prioridad "trabajar por un mayor crecimiento económico y sobre todo por la creación de empleo", en particular para los jóvenes. "Debemos lograr una mayor cohesión económica, social y territorial, incrementar el bienestar de nuestros conciudadanos y dar respuestas a los problemas que les preocupan", remarcó, al tiempo que hizo también un llamamiento a "acercar Europa a los ciudadanos". Pero también se refirió a las 5.000 iniciativas empresariales que españoles y francesas han emprendido conjuntamente, o al saldo de los intercambios comerciales, que ascienden a más de 66.000 millones.