La solemnidad del salón de plenos del consistorio se convirtió ayer en el escenario fresco y heterogéneo que caracteriza a la cita anual de la entrega de los premios del Pilar. Un guión de sobras conocido (entregas de diplomas y cheques con la aportación económica junto a calurosos aplausos) pero no por ello falto de sentido. Porque ante todo el ambiente emanó sentimiento y cariño hacia las artes premiadas: cartel de fiestas, fotografía, coplas y jota. Y porque las anécdotas y, sobre todo, las perseguidas fotos de después del acto, tiñeron de colores el marrón de la sala.

El alcalde, Juan Alberto Belloch, presidió el acto, con la teniente de alcalde Rosa Borraz a su derecha y el showman Javier Coronas a su izquierda, cuya presencia no estaba anunciada y que fue el primero en recibir un galardón, el premio al pregonero. Su intervención provocó las risas de los asistentes: "En el pregón disfrutamos todos y yo me lo pasé muy bien. Es como el recuerdo de la primera comunión, del primer suspenso o de la primera relación sexual, para el que la haya tenido".

A partir de ahí, las dos llamadas al móvil de Belloch, --"mi hija", dijo entre disculpas, "que se ha quedado sola en casa"-- parecieron dar el pistoletazo de salida para la concurrida entrega de diplomas. La lista la encabezó el premio al cartel anunciador de las fiestas, para Mónica Casamayor. Continuaron con la fotografía (Alejandro Torres, un gaditano que no pudo asistir), a la que siguió la copla aragonesa, en castellano (María Angeles Mayoral y Laura Pérez), en aragonés (José Antonio Santamaría y José Sanmartín) y en catalán (José Miguel Gracia y Ana María Domínguez).

Después le llegó el turno a los más jóvenes, un sinfín de nombres y categorías. Infantiles, en canto y baile (Jesús Logroño, David Aparicio, Guillermo Clavería, Pilar Flores, Ana Alonso, Jessica Redrado y las parejas compuesta por Sara Monroy y Sergio Baquedano, de la Escuela de Jota de Valdefierro, Marina Torres y Adrián Almirall, y Raquel Velasco y Javier Andrés). Apenas sin descanso, desfilaron los juveniles, en las mismas secciones (Raúl Mora, Alberto Redrado, Nathalie Gabarri, Sandra Moñibas, Miriam Ballesteros y las parejas Alejandra Iglesias y José Manuel Sancho, Sheila Pilar y Adrián Arrizabalaga y Paula Saz y Diego Lor).

El ir y venir de premiados era ya imparable, también agotador. Y ningún otro móvil se atrevió a irrumpir en esa sincronía. Le tocaba ya la vez a los premios extraordinarios, de canto para Alberto Remiro y María Luz Calvo, mientras que el de baile quedaba desierto, y a los ordinarios (Roberto Villagrasa y Rosana Borao, en cante, y Sandra Aragón y Luis Enrique, como pareja de baile).

Y la lista llegó a su fin. En un instante, revuelo, aplausos, jotas improvisadas y todos en tropel a fotografiarse con el alcalde y Javier Coronas, que compartieron flashes y abrazos, aunque los autógrafos obligaron al showman a ser el último en abandonar la sala.