La agente de la Guardia Civil detenida por su supuesta relación con un traficante de drogas al que le fue incautada una pistola de su propiedad declaró tras su arresto que no intercambió el arma por sustancias estupefacientes sino que le fue hurtada.

Según han informado a Efe fuentes próximas al caso, la agente admitió ante el instructor del caso que conocía al presunto traficante al que le fue intervenida el arma y explicó que éste pudo servirse de la relación no determinada que les hacía encontrarse en ocasiones para apropiarse de la pistola.

El arma le fue intervenida al detenido tras un altercado ocurrido la madrugada del pasado sábado a las puertas de un bar ubicado en el barrio del Perpetuo Socorro de la capital altoaragonesa.

Al parecer, el presunto traficante sacó el arma durante la refriega pero huyó del lugar después de exhibirla ante los testigos presenciales de los hechos.

Al regresar al bar, el sospechoso fue detenido y su pistola, de la que se había desprendido, localizada en las cercanías del establecimiento.

El número de serie de la pistola permitió identificar a su propietaria, una agente de la Guardia Civil destinada en Huesca que fue detenida por la Policía Nacional tras manifestar el presunto traficante que la había obtenido a cambio de 150 gramos de speed.

Según han informado a Efe fuentes policiales, el detenido aseguró que debido a su forma de ganarse la vida se sentía "más seguro" con una pistola en su poder.

La agente, por su parte, alegó que "no se había dado cuenta" de que le faltaba la pistola, un arma no reglamentaria de su propiedad, y que le pudo ser hurtada por el sospechoso.

Tras prestar declaración, el instructor del caso puso en libertad a ambos detenidos, con cargos por tenencia ilícita de armas para el presunto traficante y como cooperadora necesaria en este delito a la agente.