Una operación lanzada ayer por la Guardia Civil en Zaragoza en busca de un arsenal revolucionó la vida cotidiana en el barrio de Las Fuentes. Sobre las 13.30 horas, varios vehículos de la Benemérita, unos con distintivos y otros camuflados, se detuvieron a la altura del número del número 4 de la calle Monasterio de Veruela.

Al mismo tiempo, la Policía Local cerraba los accesos a la citada vía, donde numerosos vecinos se asomaron a las ventanas y a los balcones para observar a los agentes que, pertrechados con pasamontañas y chalecos especiales, entraron en un portal situado al comienzo de la calle con perros del Grupo Cinológico adiestrados para la busca de armas.

Por espacio de una hora, los agentes registraron la vivienda, pero la Guardia Civil no informó sobre la operación, por lo que no se sabe si se produjeron detenciones e incautaciones.

Fuentes de la Benemérita señalaron, en cambio, que se trató de la segunda parte de una operación anterior, posiblemente la conocida bajo la denominación de Illinois, que en el mes de junio pasado llevó a la detención de una persona de Garrapinillos que guardaba en su casa un auténtico arsenal, con explosivos y distintos tipos de armas y municiones.

El origen de esta operación se remonta al año 2017, cuando el instituto armado tuvo conocimiento de que un vecino del barrio zaragozano de Garrapinillos había heredado un arsenal de un pariente fallecido. Al parecer, el sospechoso, que había sufrido un accidente manipulando armas en el mes de marzo del año pasado, utilizaba la vivienda como un auténtico depósito de distintos tipos de armamento.

Los efectos ocultos en la vivienda, que incluían armas blancas, constituían un riesgo para la seguridad pública, pues había numerosa munición, proyectiles y explosivos.

Entre las armas incautadas en aquella ocasión figuraban armas cortas de fuego, carabinas de aire comprimido, un lanzagranadas C-90, una granada de fusil de Cetme, un fusil, un subfusil de asalto, granadas de mano, cañones recortados para escopeta, un cañón de fusil, revólveres, hachas de diferentes características, más de 20 armas blancas, numerosa munición de diferente calibre, puños americanos, un visor telescópico, más de una decena de fundas de pistola y revólver, un chaleco balístico y dos paquetes anitrauma, un arcón de madera con precursores y elementos químicos que pueden ser utilizados para la fabricación de artefactos explosivos.

DISTRIBUCIÓN A TERCEROS

El morador de la citada vivienda, un hombre de 35 años que tenía pendiente una orden de búsqueda y captura por otro delito, había instalado cámaras de seguridad y disponía de un escondite en el sótano, así como de maquinaria para la modificación y la reparación de las armas.

Se sospechaba que el detenido, además de utilizar las armas para sus propios fines ilícitos, podía ser un distribuidor para terceras personas, lo que aumentaba exponencialmente su peligrosidad. La operación de junio, así como la de ayer en el barrio de Las Fuentes, fue llevada a cabo por el Servicio de Información de la Guardia Civil, agentes del Servicio Cinológico y miembros de cuerpos especiales como el Cedex, la Usecic y técnicos especializados de Intervención de Armas y explosivos. La operación continúa abierta.