Los ocho agentes de la Guardia Civil del puesto de Casetas y de La Muela que fueron escupidos por una detenida que dio positivo en coronavirus permanecen en sus casas en cuarentena y asintomáticos.

Todos ellos reconocen estar preocupados, según fuentes consultadas por este diario, si bien tienen esperanza de que no hayan sido infectados porque no tienen fiebre. Sería una suerte para ellos, ya que muchos de ellos recibieron los fluidos bucales de P. A. U. de forma directa mientras les espetaba: «Os he pegado el coronavirus, joderos, sois unos hijos de puta por hacerme esto».

La arrestada, según consta en el atestado al que tuvo acceso EL PERIÓDICO, les escupió en varias ocasiones y llegó a desear que los familiares de los guardias civiles también se contagiasen.

Por el momento sus deseos no se han cumplido, aunque no lo saben porque no se les ha practicado ninguna prueba para comprobar si están infectados. Mientras permanecen aislados, la mayoría encerrados en habitaciones individuales de sus viviendas. Uno de ellos ha llegado a reconocer que se siente «como si estuviera secuestrado». «A uno de ellos, su mujer le ha llevado la comida en una bandeja, le ha dado unos golpes en la puerta y se la ha dejado en el suelo sin tener ningún tipo de contacto», relata una persona que ha podido hablar con él por el móvil.

DENUNCIA

P. A. U. fue detenida por un delito de violencia doméstica al agredir a su novio en Cuarte de Huerva, pero los agentes también le imputaron un delito de atentado agente de la autoridad y resistencia grave.

En el caso de que alguno de ellos diera positivo en coronavirus, esta mujer podría ser acusada de un delito de lesiones por contagio de enfermedades y castigada a tres años de prisión por cada uno de los agentes afectados.

Ante esta posibilidad, el sindicato Jucil se puso en contacto ayer con los agentes para ofrecerles asistencia letrada de manos de su abogado, Marco Antonio Navarro. Esta asociación profesional de guardias civiles lamentó lo sucedido, mientras recalcó que todo esto está pasando por la falta de medios de protección que sufre la Guardia Civil.

Desde la AUGC hicieron la misma crítica. Ven «más que necesaria la dotación de material de protección para todos y cada uno de los efectivos que están en la calle, ya que en cualquier momento puedes tener que actuar ante un ciudadano que sea portador de coronavirus, como sucedió en Cuarte».

También proponen a las diferentes comandancias que racionalicen el potencial humano, primordial para minimizar el contagio del colectivo, reduciendo las jornadas ordinarias de trabajo, no suprimiendo los permisos, algunos descansos y no multiplicando los servicios ordinarios.

Además, resaltan desde la AUGC que la prevención en esta situación de alarma por el covid-19 debe impedir riesgos de contagio y «evitar bajas que descuadren los servicios faltos de agentes». En este sentido, ven necesario que se incluya a los guardias civiles como grupo de alto riesgo en el acceso a las pruebas de diagnóstico. «Hay que pensar que esto acaba de empezar y no podemos permitir que por una mala planificación exista una sobreexposición a contagios que puedan mermar la seguridad a futuro». dicen.