El nivel del río Huerva siguió creciendo este jueves con motivo del deshielo de la nieve caída durante la borrasca Gloria. Anegó campos de cultivo en buena parte de los municipios ribereños y dañó infraestructuras, especialmente en Tosos, localidad de Campo de Cariñena donde se ubica el embalse de Las Torcas. El agua se llevó parte de la escollera e inundó los pasos del río. Como Tosos, Villanueva de Huerva ha perdido toda su cosecha hortícola. En Cadrete, Cuarte y María de Huerva la crecida anegó decenas de hectáreas de campos de cultivo, y la residencia de ancianos de Santa Fe sigue desalojada, hasta que el río vuelva a su caudal habitual.

La consejera de Presidencia Mayte Pérez se reunió ayer con alcaldes de las comarcas Campo de Daroca y Campo de Cariñena y visitó Villarreal de Huerva, con daños tanto por la nevada como por la crecida. «En las comarcas de Campo de Daroca y Campo de Cariñena tenemos una valoración de daños en infraestructuras municipales y viarias que suman unos 500.000 euros», explicó la consejera.

Los alcaldes de la zona recibieron la visita de buen grado, pero recordaron que la experiencia debe servir «para estar mejor coordinados». José Luis Ansón, presidente de Campo de Cariñena y alcalde de Tosos, destacó que la «futura Ley de Emergencias puede ser un gran paso adelante, así como contar con teléfonos satélite». El primer edil de Daroca, Álvaro Blasco, reclamó «dotar a cada municipio de cuchillas para que puedan hacer frente de manera autónoma a episodios como estos».

Por otro lado, Adif resolvió en la jornada de ayer el problema generado en la estación de tren de Villarreal de Huerva, en la línea de Zaragoza a Teruel, que se había inundado debido a la crecida del Huerva. La vía estuvo cerrada durante más de 24 horas, lo que afectó a varios convoyes. El primer tren que pudo circular y realizar el trayecto completo fue el que tiene su salida de la capital aragonesa a las 17.20 horas.

De momento, según fuentes de Adif, se ha habilitado la vía 1 de Villarreal, mientras se sigue actuando en la vía 2, que se terminará de arreglar dentro de unos días.

«El problema de esa estación es que está en una cota muy baja, lo que hace que se inunde con las crecidas del río», denunció ayer Ramón Perales, de Teruel Existe, que señaló que, cuando Adif realizó inversiones en ese tramo «lo vendió como de alta velocidad, cuando en realidad no cumple esos parámetros».

Por su parte, Ramón Guirado Guillén, director general de Universidades de la DGA que se vio afectado por el corte del tráfico de trenes entre Zaragoza y Teruel el pasado miércoles, relató el azaroso viaje, con trasbordo a un autobús en Calamocha para volver a tomar otro tren en Cariñena. «Como los dos servicios no estaban coordinados el trayecto duró cuatro horas o más», explicó Guirado, que criticó que Adif «invierta grandes sumas en alta velocidad y cercanías y deje abandonadas a las vías convencionales».