La ciudad de Huesca acogerá el 30 de mayo el acto central del Día de las Fuerzas Armadas, que pretende acercar a los militares a la sociedad y será presidido por los reyes Felipe y Letizia.

Según informó ayer el Ministerio de Defensa, ya se está trabajando con el Ayuntamiento de Huesca para preparar la celebración, que tradicionalmente incluye un acto central y otras actividades militares.

La designación de Huesca, apunta el departamento de Margarita Robles, «es un reconocimiento a la ciudad y a su ciudadanía por la inmejorable acogida que están prestando al plan de traslado del Cuartel General de la División Castillejos al acuartelamiento Sancho Ramírez de esta ciudad».

Está previsto que el acto central comience con los honores a los reyes y el izado y el homenaje a la bandera, seguidos por una ofrenda a los que dieron su vida por España. A continuación, los asistentes podrán disfrutar de la tradicional pasada de la Patrulla Águila y los desfiles aéreo y terrestre.

Adicionalmente a este acto, se suelen llevar a cabo otras actividades complementarias en múltiples localidades españolas, recuerda el Ministerio.

La celebración del Día de las Fuerzas Armadas se remonta a 1978, cuando se estableció la conmemoración anual de una fiesta de carácter nacional que homenajeara a los ejércitos y la Armada y fomentara el conocimiento y su integración en la sociedad.

En el 2019, Sevilla fue por segunda vez la ciudad elegida para acoger el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, en el que participaron más de 2.600 efectivos, 177 vehículos, 49 aviones, 36 helicópteros y 34 motos para acercar a los militares a la sociedad.

El recorrido

En la actualidad, representantes de la Casa Real, de Defensa y del Gobierno central trabajan codo con codo con el Ayuntamiento de Huesca con el fin de determinar todos los detalles de la ceremonia castrense que tendrá lugar en las calles de la ciudad. En este sentido, se busca el mejor recorrido para el acto del desfile, así como para la colocación de las autoridades que asistirán al mismo.

La noticia de que Huesca haya sido elegida sede para el Día de las Fuerzas Armadas, conocido en lenguaje militar como el Difas, fue muy bien recibida por el equipo de gobierno municipal, así como por otros grupos políticos.

Luis Felipe, alcalde de la capital oscense, tuvo palabras de agradecimiento para el Ministerio de Defensa y aseguró que se está trabajando, ya para que la jornada resulte todo un éxito.

Felipe destacó que el desfile castrense supondrá una gran publicidad para la ciudad, un hecho que está relacionado con el recibimiento que sus habitantes han hecho a la instalación de la jefatura de una unidad militar en un antiguo cuartel que llegó a cerrar por completo. Al reutilizarse, la instalación supondrá la llegada de nuevos habitantes y una inyección a la economía.

Un fuerte vínculo castrense

Huesca siempre ha tenido un fuerte vínculo castrense. Una ligazón que ahora presenta una gran solidez pero que estuvo a punto de perderse a mediados de la pasada década, cuando Defensa ordenó la salida de la ciudad de los efectivos concentrados en el cuartel Sancho Ramírez.

Aquel plan, inscrito en la reordenación operativa del Ejército, se llevó finalmente adelante, pese a la gran oposición popular que desencadenó, tanto por parte de los propios afectados como por los poderes públicos y la población en general.

Sin embargo, la desazón creada por aquella medida pronto se convirtió en alegría al anunciar Defensa que había elegido Huesca para instalar el cuartel general de la División Castillejos, precisamente en la ubicación del cuartel Sancho Ramírez.

En estos momentos, hace ya varios años que se trabaja en la adaptación del acuartelamiento, que debe acoger a 700 efectivos, entre personal civil y militar. En principio, su apertura se llevará a cabo durante el año en curso, tras una inversión, en diferentes fases, que alcanzará un total de 15 millones de euros.

El Sancho Ramírez, en efecto, es una pieza clave en la economía de la capital oscense, tanto cuando acogía unidades logísticas, como en la etapa que está a punto de iniciar. Y ello es así por el importante impacto económico en todos los sectores de la ciudad, desde el comercio a la industria, pasando por el sector servicios.

Asimismo, antes de su reapertura ya ha incidido positivamente en el mercado de la vivienda de la ciudad, si bien, dada su cercanía de Zaragoza es posible que no todas las familias tomen la decisión de quedarse a vivir en Huesca. Con todo, la repercusión será tremenda por muchos motivos.

No solo por las necesidades cotidianas de los que allí trabajen, sino porque, además, dispondrá de un área de aparcamiento con capacidad para 300 vehículos tácticos. Es decir, que el Sancho Ramírez pondrá en marcha un engranaje que irá desde la alimentación y el mantenimiento de instalaciones al suministro de combustible, entre otros servicios.

La ciudad acogió el 175º de la creación de la Guardia Civil el pasado mes de octubre

La ciudad de Huesca tiene experiencia en la celebración de acontecimientos relacionados con los cuerpos y fuerzas de seguridad, como lo demuestra el hecho de que el pasado 6 de octubre acogiera la celebración del 175º aniversario de la creación de la Guardia Civil. Aquel evento, que culminó con un desfile por las principales arterias de la capital oscense, estuvo acompañado de numerosas actividades paralelas, desde talleres para pequeños a exposiciones sobre la historia del cuerpo, entre otras iniciativas. El desfile, por su parte, congregó a un numeroso público a lo largo de todo su recorrido.