Marcelino Iglesias reiteró ayer durante la celebración de un pleno intenso de las Cortes de Aragón que el cese de la exconsejera de Ciencia, Maite Verde, y su relevo por Alberto Larraz no obedeció a una pérdida de confianza, ni a una crisis y ni mucho menos a problemas internos con sus socios del PAR. Según Iglesias, la remodelación del Gobierno tiene una simple explicación: Verde era la más idónea para asumir la jefatura del Zaragoza Logistic Center y fue él mismo quien le propuso asumir esa responsabilidad. La oposición no se creyó esas razones y le acusó de esconder la remodelación en su Gabinete con "el agravante de nupcialidad", al hacerla coincidir con la boda del Príncipe Felipe.

Casi un mes después de que se hiciera pública el día 22 de mayo la primera remodelación del segundo Gobierno PSOE-PAR, Iglesias compareció ayer en las Cortes para explicar los cambios. La primera sesión plenaria tras el paréntesis de las europeas fue agitada. Socialistas y populares se lanzaron constantemente duros ataques de un lado a otro del hemiciclo. Y el PP contribuyó a caldear el ambiente golpeando en numerosas ocasiones sus escaños y jaleando a su líder, Gustavo Alcalde.

PP, CHA e IU coincidieron en cuestionar las verdaderas razones de Iglesias para destituir a Verde y en denunciar la tardanza del presidente en comparecer ante la Cámara para informar de la remodelación. Los tres partidos reprocharon a Iglesias que no aprovechara el pleno del 21 de mayo para dar a conocer los cambios. "Prefirió esconderse tras la boda del Príncipe en la catedral de la Almudena", le recriminó Alcalde, quien se mostró convencido de que Verde "entró en barrena el día que fulminó a Alonso" como responsable del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria. Días más tarde del cese de Alonso, Iglesias propuso a éste como presidente de la CHE. Para Chesús Bernal, de CHA, la marcha de Verde "estaba cantado" casi desde su toma de posesión porque "nunca se adaptó". También Adolfo Barrena, de IU, señaló que detrás "hay algo más".