Solo un proceso una evolución de carácter «genial» evitó que L. M. A., brutalmente apaleado en el Gancho de Zaragoza en abril del 2017, quedara tetrapléjico, es decir, sin movilidad en las extremidades superiores e inferiores. Así lo han explicado en la Audiencia de Zaragoza los forenses que examinaron a la víctima y siguieron su proceso de recuperación.

La víctima, de 37 años, presenta en la actualidad una monoparesia o parálisis parcial del brazo izquierdo, como consecuencia de la brutal paliza que, supuestamente, recibió a manos de cuatro jóvenes, autodenominados los moros del Gancho, que han sido juzgados por un delito de lesiones.

«Los hechos son gravísimos», resume el fiscal en su alegato final, en el que pide que los acusados sean condenados a nueve años por lesiones o, alternativamente homicidio frustrado, con la agravante de abuso de superioridad.

Atacado por 10 personas

La víctima, según el ministerio fiscal, llegó a ser golpeada por hasta una decena de personas cuando acudió en ayuda de un amigo que estaba sufriendo una agresión de madrugada, delante de un bar de la calle Contamina.

La acusadora particular, Marina Ons, pide para los procesados 10 años de cárcel por lesiones, con la agravante de abuso de superioridad, pero ha retirado el delito de odio racista a la vista de las declaraciones efectuadas por las partes en la vista oral, que ayer quedó vista para sentencia.

«Fue salvajemente apaleado cuando estaba solo, desvalido e inconsciente en el suelo de la calle», dijo Ons. Tanto ella como el fiscal piden indemnizaciones que superan los 67.000 euros por las lesiones y las secuelas.

El abogado de la defensa, Javier Elía, defendió la inocencia de los cuatro acusados (Mohamed R. T., Ibrahim T. y los hermanos Imadeddine y Adel M.), quienes desde el principio de la investigación han mantenido que no se hallaban en el lugar de los hechos cuando ocurrió la agresión tumultuaria.

Sin embargo, alternativamente, Elía solicitó tres meses de cárcel por lesiones, con la atenuante de reparación del daño, dado que los acusados han depositado 6.000 euros. Asimismo, para el caso en que no se contemple las lesiones del artículo 147 del Código Penal, el defensor pidió un año y medio de cárcel por el tipo de lesiones contempladas en el artículo 148, de mayor gravedad, con una indemnización de 6.000 euros.

Antiguas y nuevas lesiones

El estado de gravedad en que quedó la víctima se vio influido por su situación de salud previa a la agresión, según los expertos en medicina, de forma que las lesiones hubieran sido menores de no haber tenido ya problemas óseos.

Con todo, estuvo a punto de morir y de «quedarse tetrapléjico, insistieron los forenses. Mientras que las psicólogas que lo examinaron matizaron que su estado de «ansiedad y bajo estado de ánimo» podría estar relacionada tanto por los hechos vividos «como por el resto de su situación a nivel económico y social».

Todas estas precisiones sobre el estado de salud de la víctima son fundamentales para determinar el alcance de las lesiones y su valoración jurídica, así como las indemnizaciones aparejadas, dado que el Salud de Aragón y el Estado, además de las acusaciones, reclaman sumas a los procesados por los gastos de cura y hospitalización del herido.

Así, pudo determinarse que el cuello perdió a raíz de la paliza un 25% de flexión y que el brazo izquierdo presenta pérdida de fuerza y sensación dolorosa. También, según la acusadora particular, el brutal apaleamiento afectó a la capacidad sexual de su cliente. Tanto este como el resto de testigos, salvo uno, identificaron a los acusados como los autores de la agresión en el Gancho en el 2017.