Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvieron el pasado martes 06 de abril a C.F.N, de 29 años de edad, como presunto autor de varios delitos cometidos en un solo día. La detención se produjo en torno a las 20:00 horas, cuando una patrulla policial fue requerida por el servicio de seguridad de un centro comercial, en el cual una persona estaba intentando comprar un teléfono móvil valorado en más de mil euros, utilizando para ello una tarjeta bancaria que al parecer no era de su propiedad.

Cuando los agentes realizaron las comprobaciones oportunas y verificaron que la tarjeta había sido sustraída, procedieron a la detención del comprador como presunto autor de un delito de estafa.

Los funcionarios intervinientes comenzaron en ese momento con la búsqueda del legítimo propietario de las tarjetas de crédito, efectos y documentación que portaba el ya detenido, resultando ser de varios empleados de una empresa ubicada en la localidad zaragozana de Cadrete y en la que el autor había sido visto a primera hora de esa misma tarde, dándose la circunstancia de ser un ex trabajador de la empresa, por lo que no resultó difícil a las victimas reconocerlo cuando merodeaba por las instalaciones.

En esta empresa, el detenido sustrajo dinero en efectivo, documentación, un teléfono móvil y diferentes enseres de varios empleados, para lo cual necesitó abrir varias taquillas, hechos constitutivos de delitos de robo con fuerza y de hurto.

Por otra parte, mientras los agentes realizaban las labores de custodia, se percataron que las características físicas del joven detenido correspondían plenamente con las aportadas por una víctima de un robo con violencia cometido esa misma tarde en un establecimiento comercial del barrio de Valdespartera.

En esta ocasión, el autor se personó en una pizzería, donde comió en el interior y después, antes de abandonar el local, se dirigió hacia una empleada a quien intimidó verbalmente para que ésta le diera el dinero de la caja, haciéndose con algo más de cien euros, consumando así un delito de robo con violencia.

El propio detenido reconoció ante los policías que había cometido los hechos enumerados anteriormente y que se fue desplazando de un lugar a otro en taxi, hasta que finalmente fue localizado en la tienda de telefonía móvil.

Durante la tarde del jueves fue conducido hasta el Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia, donde una vez oído en declaración fue puesto en libertad.