El juez de Zaragoza que investiga la muerte y posterior descuartizamiento de Pilar Cebrián no se da por vencido para arrojar algo de luz a este extraño caso conocido como crimen de Ricla. El magistrado, José Luis Martínez, ha acordado extraer el ADN del principal sospechoso, Antonio Losilla, para cotejarlo con los objetos hallados en el interior del nevero.

En este lugar, situado a escasos metros de la casa en la que pudo ocurrir el asesinato, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía en Aragón no encontró el cadáver de la mujer, pero sí una camiseta y una toalla. Ahora, el magistrado quiere saber si en esas prendas hay restos biológicos de Losilla que confirmarían que este hombre estuvo en ese pozo de hielo abandonado, tal y como arrojó la prueba neurológica P-300.

SALIVA

Losilla proclama actualmente su inocencia, pero cuando fue arrestado confesó ante el secretario judicial y ante los investigadores que había cuarteado a su esposa, tras morir esta al caerse por las escaleras de su vivienda. Afirmó que se deshizo de las vísceras de Pilar en una zona en la que los vecinos solían tirar restos de animales. Algo que se correspondería con lo encontrado en este nevero en el que había gran cantidad de plumas de aves. Su abogado Javier Notivoli rechaza la inculpación.

Antonio Losilla está citado para extraerle saliva el próximo 10 de septiembre en las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza. Las muestras serán enviadas a Barcelona para su análisis.

El juez expone en el auto que estas pruebas "no suponen un quebranto para su salud, ni tampoco una lesión de su dignidad como persona". De hecho, asegura que "se necesita incluso menos colaboración que en una prueba de alcoholemia".

La familia de Pilar, representada por las abogadas Carmen Sánchez Herrero, Laura Vela y Soraya Laborda, vuelve a acoger con esperanza esta iniciativa judicial.

Losilla permanece en prisión provisional desde finales de octubre de 2012. Un Tribunal Popular le juzgará por los delitos de homicidio, falsedad documental y daños morales por no desvelar dónde está su mujer, al estilo del caso de Marta del Castillo.