La jueza Sara Cristina García, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz, ha dictado un nuevo auto que profundiza en la separación de la causa de Igor el Ruso, al dividir los robos que se le imputan en Albalate del Arzobispo y Andorra. La magistrada se inhibe en el juzgado número 1 de la localidad, que instruye el tiroteo del 5 de diciembre en Albalate del Arzobispo, en cuanto a todos aquellos robos que ocurrieron mientras este último juzgado estaba de guardia. El suyo, por su lado, instruiría los asesinatos cometidos por Norbert Feher, alias Igor el Ruso, en Andorra, y algún robo o delito de daños que presuntamente cometió en los días en los que le correspondía la investigación.

La jueza continúa así el proceso que inició hace unos días, al concluir en un auto, contra el criterio de la Fiscalía, que no procedía agrupar todo el caso de Igor el Ruso en un solo juzgado. Consideró que la causa resultante sería demasiado compleja y dificultaría la investigación (teniendo en cuenta además que parte del caso de asesinato aún está bajo secreto), y además algunos de los posibles delitos no son competencia del tribunal del jurado que, presumiblemente, acabará enjuiciando la causa.

La decisión de no agrupar la causa ya ha sido recurrida por varias de las acusaciones personadas en el caso, que abarcan tanto a las familias de las víctimas (el ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero) como al sindicato agrario UAGA -al que pertenecía el primero- y la Asociación Unificada de Guardias Civiles. De hecho, incluso esta última decisión de la inhibición ha sido recurrida ya por al menos una de ellas.

Según explica la jueza en el auto, los robos permanecían agrupados en la causa, archivados por falta de autor conocido, pero al conocerse la identidad del presunto autor y la fecha, al menos de la notificación de la denuncia, se puede comenzar a deslindar la causa en beneficio de la agilidad.

Mientras se fijan estas cuestiones procesales, quedan por llegar importantes análisis como la autopsia completa, que revele por ejemplo cómo se produjeron exactamente los disparos (y cuáles fueron los mortales). Y también falta por conocer la llamada pieza tecnológica, que está bajo secreto, se supone que sobre el análisis del teléfono móvil y la tableta electrónica que llevaba Feher. Esta parte podría aportar datos sobre posibles cómplices o su ruta por España.